Con ocasión de la primera Jornada Mundial de los Abuelos y de las personas mayores que la Iglesia Católica universal celebrará el 25 de julio, el Papa Francisco concedió a los fieles el poder obtener la Indulgencia Plenaria bajo las condiciones previstas por la Iglesia.
Así lo informó un decreto de la Penitenciaría Apostólica difundido por el Vaticano este 22 de junio, junto al Mensaje del Santo Padre para esta Jornada Mundial que se celebrará por primera vez el cuarto domingo del mes de julio.
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El texto indica que la solicitud de la concesión de la Indulgencia Plenaria fue presentada por el prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, Cardenal Kevin Joseph Farrell, con ocasión de la Primera Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores, recientemente instituida por el Sumo Pontífice y organizada por este Dicasterio de la Curia Romana.
En esta línea, "concede benignamente del tesoro celestial de la Iglesia la Indulgencia Plenaria, en las condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración según las intenciones del Sumo Pontífice), a los abuelos, a los mayores y a todos los fieles que, movidos por un verdadero espíritu de penitencia y caridad, participen el 25 de julio de 2021, con motivo de la Primera Jornada Mundial de los Abuelos y las personas mayores, en la solemne celebración que presidirá el Santísimo Padre Francisco en la Basílica Papal del Vaticano o en los diversos actos que se realizarán en todo el mundo, que también podrán aplicarlo como sufragio por las almas del Purgatorio".
Además, la Penitenciaría Apostólica "concede también este mismo día la Indulgencia Plenaria a los fieles que dedicarán un tiempo adecuado a visitar real o virtualmente a sus hermanos mayores necesitados o en dificultad (como enfermos, abandonados, discapacitados y similares)".
Por último, podrán obtener esta Indulgencia Plenaria "las personas mayores enfermas y a todos aquellos que no pueden salir de casa por un motivo grave, siempre que se abstengan de todo pecado y tengan la intención de cumplir las tres condiciones habituales lo antes posible, se unirán espiritualmente a los actos sagrados de la Jornada Mundial, ofreciendo al Dios Misericordioso sus oraciones, dolores o sufrimientos de su vida, sobre todo mientras las palabras del Sumo Pontífice y las celebraciones se transmiten por televisión y radio, pero también a través de los nuevos medios de comunicación social".
Al mismo tiempo, la Penitenciaría Apostólica pidió "encarecidamente a los sacerdotes, dotados de las facultades oportunas para oír la confesión, que se pongan a disposición, con espíritu dispuesto y generoso, para la celebración de la Penitencia" para facilitar "el acceso al perdón divino a través de las Llaves de la Iglesia, por caridad pastoral".