Tres religiosas católicas se están recuperando de un accidente de tránsito ocurrido en Springfield, Illinois (Estados Unidos), situación que provocó cadenas de oración y apoyo de la comunidad local.
Las hermanas M. Magdalena, M. Clementia y M. Michael de la Congregación San Francisco del Mártir San Jorge estaban trasladándose el 9 de junio en un automóvil hasta que fue impactado por detrás por otro conductor. El automóvil de las hermanas fue impulsado hacia otro automóvil y "se convirtió en un acordeón", dijo la hermana Clementia.
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El 15 de junio, la hermana Clementia y la hermana Magdalena fueron dadas de alta del hospital para recuperarse en su casa madre. Por otro lado Sor Michael se sometió a una cirugía de reconstrucción de cadera en el Hospital Universitario de St. Louis y todavía está hospitalizada.
"En la misericordia de Dios y con todas nuestras oraciones, nuestras hermanas están ahora en el camino de la recuperación", dijo a The Catholic Post la Madre M. Mediatrix, superiora provincial de la comunidad.
"Seguimos orando por su curación completa y por cualquier otra persona que pueda haber sufrido lesiones en este accidente de varios autos. Le damos a Dios nuestra gratitud y amor", añadió.
La hermana Clementia sufrió una fractura en la pierna izquierda, costillas y vértebras, y tendrá que usar un aparato ortopédico para la espalda durante las próximas 12 semanas. Ella declaró a The Catholic Post, diario de la Diócesis de Peoria, que tuvo suerte de no haber muerto en el accidente.
"No deberíamos estar aquí. Pasaron tantas cosas milagrosas", dijo.
La hermana Clementia dijo que escapó de lesiones más graves cuando sus piernas de alguna manera fueron empujadas hacia la parte superior del tablero del automóvil. "Si no lo hubieran hecho, me habría aplastado debajo del coche", explicó.
En una inusual coincidencia, algunos de los primeros en responder a la escena del accidente fueron un obispo, un sacerdote y un seminarista. Estaban algunos autos detrás de las hermanas cuando ocurrió el accidente e inmediatamente corrieron hacia ellas.
La hermana Clementia no recordaba el nombre del obispo, pero cree que era de Texas. "Miré al obispo y al principio pensé, '¿es un obispo?'", dijo a The Catholic Post. El obispo misterioso "se puso manos a la obra para ungirnos y orar por nosotros. Fue increíble", agregó.
En respuesta al accidente, la diócesis respondió con una gran cantidad de oraciones, incluidas dos vigilias de oración.
"Eso nos ayudó a superarlo. Me asombra. Es tan hermoso", dijo la hermana Clementia.
Sor Clementia dijo que las oraciones la están fortaleciendo para "luchar por mi recuperación, y me muestra que realmente hay belleza en el sufrimiento, alegría en el sufrimiento".
"Nunca lo había entendido hasta ahora", dijo.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.