El Papa Francisco recibió en audiencia privada este 16 de junio al abad general de la Orden Maronita Mariamita, Pierre Najm, que le regaló una cruz elaborada con materiales que quedaron de la explosión del puerto de Beirut (Líbano).
El 4 de agosto de 2020, una explosión de 2.750 toneladas de nitrato de amonio en un almacén del puerto de Beirut dejó más de 150 fallecidos, más de cinco mil heridos y gran parte de la ciudad destruida.
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La magnitud fue tan grande que se sintió en la isla de Chipre, ubicada a 240 kilómetros del epicentro de la explosión.
En su sitio web, el Secretariado de la Orden Maronita Mariamita indicó que el Abad Najm agradeció al Santo Padre por "su interés y su amor por la Orden y por el Líbano" y reiteró el compromiso "de la Orden en su labor espiritual, social, nacional y educativa".
Durante la reunión con el Pontífice también estuvo presente el secretario general de la Orden, P. Dominique El-Alam, el procurador general de la Orden ante la Santa Sede, P. Charbel Haddad, y el superior del Monasterio de San Antonio el Grande en Roma, P. Charbel Farah.
Al finalizar la audiencia, el Abad Najm entregó al Papa Francisco una cruz hecha por Mario Khoury con residuos de puertas de madera y ventanas rotas de las oficinas episcopales de la Arquidiócesis Maronita de Beirut que resultaron dañadas por la explosión.
بالصورة- صليب للبابا فرنسيس من الاخشاب المحطمة جراء انفجار #مرفأ_بيروتhttps://t.co/FhwvHzUb7u pic.twitter.com/1YGROJ0GG6
- kataeb.org (@kataeb_Ar) June 17, 2021
"La cruz es la identidad el cristiano, por lo que esta representación ha tocado las fibras más sensibles de la comunidad libanesa. Sólo Cristo es la esperanza ante el sufrimiento y el dolor. Él, desde la Cruz, vino a acompañar todo nuestro llanto", indicó el secretariado.
Según anunció el Santo Padre, se tratará de una "jornada de reflexión sobre la preocupante situación del país y para rezar juntos por el don de la paz y la estabilidad", en el que participarán "líderes de las comunidades cristianas presentes en el Líbano".
El Pontífice encomendó "esta intención a la intercesión de la Madre de Dios, tan venerada en el Santuario de Harissa" y pidió a todos acompañar "la preparación de este evento con la oración solidaria, invocando para ese querido país un futuro más sereno".
Asimismo, el 22 de abril el Papa Francisco recibió en audiencia privada al primer ministro libanés, Saad Hariri, y reiteró su intención de visitar Líbano "tan pronto como se den las condiciones" para tal viaje apostólico.