La Diócesis de Avellaneda Lanús (Argentina) manifestó que las medidas sanitarias para evitar el avance del coronavirus dirigidas a la actividad religiosa presencial son "despreciativas" por lo que pidió una mayor valoración de estas.
La pandemia del coronavirus ha dejado hasta la fecha 85.343 fallecidos y suma un total de 4 millones de contagiados en Argentina
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En ese contexto, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, anunció nuevas medidas sanitarias que rigen en esta zona desde el 12 de junio. En el caso de los ritos religiosos, estos solo se pueden celebrar "al aire libre y hasta 20 personas".
En tanto, las reuniones sociales podrán realizarse en espacios abiertos y con un máximo de 10 personas. Los restaurantes y comercios podrán atender en espacios abiertos hasta las 11:00 p.m.; y los centros comerciales abrirán con una capacidad de una persona por cada 15 mt2.
En un comunicado emitido el 13 de junio, el Administrador Diocesano, Mons. Rubén López, manifestó junto a otros líderes religiosos locales su "desacuerdo con las nuevas restricciones en lo concerniente al ámbito religioso".
La medida "es despreciativa, no sólo del valor del ejercicio de culto en un espacio adecuado, sino también de dicha salud corporal, espiritual y emocional de la gente, promoviendo así diferentes afecciones estacionales ante tal indicación. No podemos seguir celebrando al aire libre dadas las bajas temperaturas", manifestaron los firmantes.
Además, señalaron que es "perfectamente razonable que se pueda estar en las plazas, cementerios y locales gastronómicos", "sin número determinado, con los protocolos y horarios correspondientes. Pero solo 20 personas para celebrar la fe en espacios igualmente abiertos, carece del más mínimo sentido común".
"Nuestros lugares de culto no son un espacio de 'esparcimiento' sino un 'hospital de campaña', que no ha dejado de servir a los demás, durante toda la pandemia, a través de la acción social, brindando ayuda a los lugares carenciados, contribuyendo a la solución de diversas adicciones y demás problemáticas sociales".
"Lo religioso contribuye a la salud integral de las personas, también en lo psicoemocional. Lamentablemente, sentimos que es poca la consideración que se ha tenido de nuestro necesario aporte espiritual para socorrer a una sociedad cada vez más quebrada por los azotes de esta pandemia, que continúa su proceso de afectación", expresaron.
En el comunicado los firmantes explicaron que hay muchas iglesias y espacios celebrativos que "no poseen tales sectores abiertos, pero sí, templos amplios y ventilados, para que con el aforo del 30% de su capacidad y con los protocolos de higiene respectivos, puedan realizarse sin inconvenientes nuestros encuentros, como se ha permitido en otras actividades".
Por ello, "pedimos que se aplique la misma norma para todos, aunque las actividades sean esencialmente distintas".
Además, precisaron que "es necesario conocer un poco la dinámica celebrativa" que tiene "pocos movimientos internos, todos los asistentes utilizan barbijos y se respetan los espacios y las normas básicas de cuidados solicitados por las autoridades".
"Los pastores son los primeros interesados en cuidar a sus fieles y estos mismos son cuidadosos y responsables".
Por su parte, el Arzobispo de Rosario, Mons. Eduardo Martín, explicó al programa "Todavía no es tarde" de Radio 2 que espera "un poco más" de las autoridades en cuanto a las medidas sanitarias relacionadas con el culto.
Las restricciones sanitarias anunciadas el 11 de junio por el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, consideran que las actividades religiosas deben realizarse al aire libre sin superar las 10 personas, manteniendo la distancia mínima de dos metros y el uso de mascarilla en todo momento.
"Vemos que es un paso adelante pero reclamamos más. Esperemos que para el próximo fin de semana se pueda ir ampliando la cantidad de gente" y llegar al aforo del 30% de la capacidad de cada templo.
"Nuestros templos son suficientemente altos y ventilados como para poder albergar más personas sin riesgos de contagio".
Mons. Martin recordó que es en la iglesia donde más se vela por el cumplimiento de las normas sanitarias y por ello espera "que las autoridades puedan tener un diálogo mayor".