Mons. Richard Daniel Alarcón Urrutia, Arzobispo del Cusco, resaltó la importancia que tiene la fe de los cristianos, que es puesta a prueba en estos días con el "remolino" que vive el Perú en distintos aspectos como la política.
"Hermanos y hermanas, estamos viviendo momentos muy difíciles, sin embargo yo les diría que tiene un aspecto positivo, porque está puesta a prueba nuestra fe", dijo el Prelado en su reflexión sobre el Evangelio del domingo, enviada a ACI Prensa por el Arzobispado del Cusco.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
"Todos los problemas que vamos viviendo que ahora se complicaron más, pues no solamente es la parte sanitaria, la parte económica, la parte social, sino también la parte política, todo lo que estamos viviendo en esta especie de remolino que nos está envolviendo, está poniendo en prueba nuestra fe".
El Prelado resaltó que "este ambiente fortalece nuestra fe nos ayuda a madurar, a crecer, a fortalecernos, nos ayuda a dar testimonio, a poder animar y fortalecer a los demás, a cumplir nuestra misión".
"Hermano, hermana, aprendamos este camino de formación de nuestra fe como discípulos misioneros, nuestra sociedad quiere nuestra respuesta de fe, hombres y mujeres de fe que sepan cuál es el camino, la solución y cuál es nuestra esperanza", aseguró el Arzobispo del Cusco.
En su reflexión, el Arzobispo del Cusco destacó la importancia de evaluar la propia fe y de poner los medios para crecer en ella porque "el cristiano está llamado a dar testimonio de su fe, a ser misionero, a buscar a los demás para cogerlos y contagiarlos de su propia fe".
La crisis en Perú se acentuó tras las polarizadas elecciones presidenciales del domingo 6 entre los candidatos a la presidencia Pedro Castillo, del partido comunista Perú Libre; y Keiko Fujimori, de Fuerza Popular.
Los resultados preliminares emitidos por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), que dan una muy ajustada ventaja a Castillo, muestran la clara polarización del país.
A esto se suman las acusaciones de fraude entre ambos partidos políticos y las movilizaciones de simpatizantes en diferentes regiones del país.
De acuerdo a la última actualización de la ONPE del 12 de junio, Castillo tiene 8.833.185 votos y Fujimori 8.783.765, lo que significa una diferencia de 49, 420 votos. En porcentaje, Castillo tiene el 50.14% mientras que Fujimori recibe el 49.86% de los votos válidos, es decir una diferencia de solo 0.28%.
El sábado 12 de junio, ambos candidatos participaron de manifestaciones con sus simpatizantes. Por un lado Castillo pidió que las autoridades "no prolonguen más" los resultados y afirmó que "seremos respetuosos de la voluntad popular del pueblo peruano".
Por su parte y ante una multitudinaria manifestación en la que participaron miles de personas, titulada "Respeta mi voto", Keiko Fujimori insistió en su denuncia de fraude electoral y dijo que "lo que no puede pasar es que quieran esconder todas las trampas que han hecho en la mesa, lo que no puede pasar es que quieran callar nuestra voz, nosotros no vamos a permitir que el Perú se convierta en la Venezuela chavista o de Maduro que llevan 50 elecciones manipulando el voto".
Los resultados finales se darán cuando el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) resuelva todas las impugnaciones de votos y actas presentados por ambos partidos.