La Conferencia de Obispos Católicos de Inglaterra y Gales llamó a los líderes mundiales a trabajar por un futuro "justo" y "sostenible", y pidieron apoyo para las naciones devastadas por la pandemia.
El llamado G7 integra a los siete países más industrializados y que concentran la mayor riqueza del mundo: Canadá, Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Italia y el Reino Unido. Este año los líderes se reúnen del 11 al 13 de junio en Carbis Bay, Cornualles (Inglaterra), para tratar temas de interés común como la crisis del COVID-19 y el cambio climático.
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El 7 de junio, los Obispos Católicos de Inglaterra, Escocia y Gales enviaron una carta al primer ministro británico Boris Johnson para pedir apoyo económico que los ayude a enfrentar la crisis de la pandemia, así como ayuda a las naciones en vías de desarrollo. También los urgieron a cumplir los objetivos ambientales trazados.
La carta, publicada el 9 de junio, fue firmada por Mons. Richard Moth, Obispo de Arundel y Brighton y presidente del Comité de Justicia Social de la CBCEW; Mons. John Arnold, Obispo de Salford y presidente del Comité de Medio Ambiente del CBCEW; y Mons. William Nolan, el Obispo de Galloway y presidente del Comité de Justicia y Paz del CBCEW.
"Ahora tenemos la responsabilidad, especialmente como naciones más ricas, de responder rápidamente a las acciones de apoyo financiero en beneficio de toda nuestra familia humana y del planeta", señalaron.
"Ya sean nuestras propias comunidades o aquellas que están separadas de nosotros por la distancia, pero conectadas íntimamente a nosotros debido a nuestra dependencia de la biodiversidad de nuestra casa común", agregaron.
En ese sentido, instaron a los líderes a "brindar apoyo económico para una recuperación sostenible de la pandemia y actuar rápidamente para detener la pérdida de biodiversidad que enfrenta el planeta".
También les pidieron que "actúen para apoyar a las naciones en desarrollo, asegurándose de que no se queden atrás en la toma de decisiones y tengan un acceso justo a las vacunas".
Finalmente, les pidieron que "cumplan los objetivos establecidos en el Acuerdo de París y avancen lo más rápido posible hacia una economía de carbono cero, para que no superemos el aumento de temperatura de 1,5 ° C, más allá de la cual la vida en nuestro planeta enfrentará terribles consecuencias".
"Nuestro futuro debe ser sostenible, y también debe ser justo", concluyeron.
Por su parte, Caritas Internationalis, que agrupa a 164 agencias de ayuda y desarrollo en distintas naciones, también llamó al G7 a "alentar a los acreedores privados a participar en iniciativas de reestructuración y alivio de la deuda", así como un mayor financiamiento para la recuperación de la pandemia.
También destacó el papel de los Derechos Especiales de Giro (DEG) en respuesta a la crisis del COVID-19. El DEG es un activo de reserva internacional creado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reforzar las reservas oficiales de los países miembros.
En ese sentido, alentó a los países del G7 a "explorar opciones para utilizar sus DEG para ayudar a los países del sur del mundo, incluidos los países de ingresos medios, de manera que no aumenten la deuda, ni la condicionalidad".
El secretario general de Caritas Internationalis, Aloysius John, dijo que el "COVID-19 puso bajo escrutinio las galopantes injusticias sociales del mundo de hoy" y aseguró que "la única forma de reconstruir el futuro debe ser eliminando tales injusticias".
Traducido y adaptado por Cynthia Pérez. Publicado originalmente en CNA.