El Cardenal Walter Kasper, influyente teólogo alemán considerado cercano al Papa Francisco, dijo en una reciente entrevista que está "muy preocupado" por el polémico Camino Sinodal de la Iglesia en Alemania y espera que las oraciones de los católicos sirvan como correctivo.
El Purpurado de 88 años dijo al diario diocesano alemán Passauer Bistumsblatt que "no he perdido la esperanza de que las oraciones de muchos fieles católicos ayuden a direccionar el Camino Sinodal en Alemania hacia cauces católicos".
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El Camino Sinodal es un proceso llevado a cabo por los obispos y laicos alemanes para debatir cuatro temas principales: la forma en la que el poder se ejercita en la Iglesia, la moral sexual, el sacerdocio y el papel de las mujeres. Se desarrolla hasta febrero de 2022.
Los obispos alemanes inicialmente aseguraron que el proceso concluiría con una serie de decisiones "vinculantes", lo que suscitó preocupación en el Vaticano dado que estas podrían contravenir las enseñanzas y la disciplina de la Iglesia Católica.
El Vaticano envió una carta a los obispos alemanes precisando que estos planes no eran "eclesiológicamente válidos".
El Cardenal Kasper dijo al diario de la diócesis alemana de Passau que los organizadores del Camino Sinodal deben poner más atención a la carta que el Papa Francisco envió a la Iglesia en Alemania en junio de 2019.
En la misiva, el Santo Padre alertó a los católicos alemanes sobre una "tentación" en particular.
"Lo que está en la base de esta tentación es pensar que, frente a tantos problemas y carencias, la mejor respuesta seria reorganizar las cosas, hacer cambios y especialmente 'remiendos' que permitan poner en orden y en sintonía la vida de la Iglesia adaptándola a la lógica presente o la de un grupo particular", escribió el Santo Padre en su carta.
El Cardenal Kasper cuestionó: "¿Por qué el Camino Sinodal no toma más en serio la carta del Papa Francisco, como corresponde a un sínodo, y considera las cuestiones críticas a la luz del Evangelio?".
El Purpurado, que sirvió como presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos en el Vaticano entre 2001 y 2010, también se refirió a la gran difusión mediática del Camino Sinodal.
"Realmente no da una buena imagen pública. Estoy muy preocupado, pero soy cauteloso sobre hacer un juicio general final".
CNA Deutsch, agencia en alemán del Grupo ACI, informó que el Cardenal Kasper destacó que fuertes voces individuales han dominado el debate público.
"Al principio, puede haber sido bueno permitir que las distintas opiniones se dieran sin ser filtradas. Pero han superado mi imaginación que algunas exigencias como la abolición del celibato y la ordenación de mujeres en el sacerdocio puedan encontrar apoyo de la mayoría de dos tercios de la conferencia episcopal o que puedan hallar consenso en la Iglesia universal", dijo.
El Purpurado alemán no solo criticó el contenido del Camino Sinodal sino también su estructura. Afirmó que tiene un "defecto de nacimiento" ya que el proceso tiene "piernas débiles".
"No es un sínodo ni tampoco un mero proceso de diálogo. Inicialmente es un proceso de diálogo, luego es el turno de la conferencia episcopal, y en lo que se refiere a las demandas de la Iglesia universal es el turno del Papa", comentó.
"Además, cada obispo es libre de aceptar lo que vea que es adecuado en su diócesis. Considerando el obvio desacuerdo entre los obispos alemanes es difícil imaginar cómo todo esto podría llegar a un denominador común".
El Cardenal, que fue Obispo de Rottenburg-Stuttgart entre 1989 y 1999, dijo que la renovación solo puede surgir de un crecimiento interno en la fe, la esperanza y el amor.
En la entrevista, el Purpurado alemán también comentó que hay un serio problema con la catequesis en la Iglesia en Alemania.
"Cuando veo lo que sucede en las parroquias de Roma y Estados Unidos, y bajo condiciones completamente diferentes en África donde también hay catequesis, entonces creo que estamos en una zona de desastre catequético", lamentó el Cardenal Kasper.
"No me refiero a la instrucción religiosa en las escuelas que, dadas las condiciones escolares actuales, usualmente no puede ser catequesis. A lo que me refiero es a la catequesis en la parroquia cuando hay un bautismo, una primera confesión y Primera Comunión y la Confirmación, la preparación para el matrimonio y la catequesis familiar".
"En lugares donde esto se hace bien, los jóvenes, las familias jóvenes con hijos, que pueden contarse con los dedos de una mano en Alemania, se encuentran en los servicios dominicales", afirmó.
Sobre la invitación del Vaticano a las diócesis católicas del mundo para participar en el sínodo sobre la sinodalidad, el Cardenal Kasper enfatizó que "no se puede reinventar la Iglesia", pero sí se puede ayudar a renovarla con el Espíritu Santo.
"Los sínodos no son un parlamento ni una 'fábrica de papel' que produce documentos extensos que casi nadie lee después, ni un regimiento de la Iglesia que dice hacia dónde ir".
"Los sínodos son reuniones en las que, en situaciones de crisis, el obispo, su presbiterio y los fieles afrontan los signos de los tiempos juntos, miran el Evangelio y escuchan lo que el Espíritu Santo dice a la congregación en oración y en el intercambio de unos con otros".
"Si, como formuló el Concilio (Vaticano II), surge una 'armonía única' entre los líderes y los creyentes, entonces ese es un signo del Espíritu Santo de que estamos en el camino correcto", agregó.
Poco después de ser elegido en 2013, el Papa Francisco expresó su aprecio hacia el Cardenal Walter Kasper y su libro "Misericordia: La esencia del Evangelio y la clave de la vida cristiana".
El Santo Padre lo invitó a dirigirse al consistorio de cardenales en 2014 para hablar sobre la posibilidad de darles la Eucaristía a los divorciados en nueva unión, bajo ciertas circunstancias.
La intervención del Purpurado alemán influenció el debate en los sínodos de la familia de 2014 y 2015 que llevaron a la publicación, en 2016, de la exhortación apostólica Amoris laetitia del Papa Francisco sobre el amor en la familia.
En la entrevista con el Passauer Bistumsblatt, el Cardenal Kasper también dio su opinión sobre la admisión de cristianos no católicos a la Eucaristía en iglesias católicas.
El Purpurado dijo que nunca ha rechazado a una persona "por respeto a la decisión personal en conciencia de un individuo cristiano".
"Esta se ha convertido justamente en una práctica pastoral general en Alemania que es ampliamente tolerada por los obispos. No es perfecta, pero se puede y se debe vivir con ella en este tiempo", indicó.
Sin embargo expresó sus reservas respecto a la controvertida propuesta de la "Hermandad eucarística" entre católicos y protestantes en Alemania.
La propuesta fue hecha por el Grupo Ecuménico de Estudio de Teólogos Protestantes y Católicos (ÖAK) en un documento de 2019 titulado "Juntos a la Mesa del Señor".
El Cardenal Kasper describió el texto, que suscitó la intervención del Vaticano, principalmente como un "documento académico" y criticó su aplicación práctica en el encuentro ecuménico en Frankfurt en mayo de este año.
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en CNA