La Audiencia Provincial de Málaga (España) ratificó la condena al pago de 2.700 euros a una de las organizadoras de la procesión anticristiana que tuvo lugar en Málaga en el año 2013.
El Juzgado de lo Penal número 10 de Málaga ya había condenado en el año 2020, a Elisa Mandillo por un delito contra los sentimientos religiosos. Ahora, la Audiencia Provincial de Málaga ratifica esa condena por la que Mandillo tendrá que pagar 2.700 euros, es decir, 10 euros al día durante 9 meses.
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Elisa Mandillo fue una de las organizadoras de la procesión del "chumino rebelde" que tuvo lugar el 8 de marzo de 2013, Día de la Mujer. Portaban una vagina de grandes dimensiones que simulaba una imagen de la Virgen, ya que llevaba un manto y ornamentos similares. Durante la marcha se gritaron consignas contra la Iglesia católica y la Conferencia Episcopal además se utilizaron oraciones católicas modificadas con referencias al aborto.
Para la Audiencia Provincial de Málaga, Mandillo "limitó su actuación a hacer escarnio de creencias de los cristianos integrantes de la Iglesia Católica con la consiguiente ofensa de sus sentimientos religiosos".
Además precisan que no puede sostenerse, "en modo alguno" que Mandillo "obrara guiada por un interés público y colectivo de la crítica". Sino que realizó su actuación "con la intención o propósito de vilipendiar o escarnecer sentimientos religiosos de los integrantes de la Iglesia Católica, cuyos obispos entendía les adoctrinaban con criterios machistas y patriarcales".
"Ni la versión ridiculizada de las oraciones del Credo y el Ave María, ni la referencia a la quema de la Conferencia Episcopal tachada de machista y patriarcal" tenían "directa relación con la defensa del aborto y el feminismo referidos en algunos momentos de la marcha", precisó el auto de la Audiencia Provincial de Málaga.
Mandillo aseguró que su intención no era la ofensa de los sentimientos religiosos al hacer público escarnio de sus creencias, sino que pretendía una "defensa del feminismo y con intención crítica de lo proyectado por el Gobierno respecto a la regulación de la interrupción voluntaria del embarazo".
Cabe recordar que en el año 2013, Alberto Ruiz Gallardón, entonces Ministro de Justicia del gobierno de Mariano Rajoy (PP) había propuesto una reforma de la ley del aborto que incluía "derechos del concebido y no nacido" y reducía a dos causales para que la mujer pudiera abortar.
El diario La Razón apunta que los magistrados destacan que el delito contra los sentimientos religiosos tiene lugar "cuando se acredite que se han utilizado expresiones o conceptos que aún aceptando un tono apasionado, combativo y hasta demagógico, resulten evidenciadores de escarnio a los sentimientos religiosos amparados por dicho derecho de libertad religiosa y de culto, por no guardar relación o ser innecesarios para la información o crítica que se pretende ejercitar, pues la libertad de expresión no puede en modo alguno considerarse ilimitada".
Según los hechos probados, Mandillo participó de la procesión blasfema "ataviada con una peineta y con una vela grande en la mano, y portaba, en compañía de otras personas no identificadas que vestían túnicas, mantillas o peinetas, lo que se antoja una imitación de un paso de Semana Santa cuya imagen es una vagina de grandes dimensiones ataviada con un pañuelo grande o manto, con flores en la base".
De esa manera pasaron por calles más céntricas de la capital malagueña, "exhibiéndose ante infinidad de personas, llegando incluso a detenerse ante la catedral y el palacio episcopal", y "en todo momento la acusada, quien en compañía de los otros participantes emitía proclamas como "vamos a quemar, vamos a quemar la Conferencia Episcopal", además de otras referencias religiosas y oraciones como el Credo y el Ave María modificadas con referencias blasfemas.
Polonia Castellanos, presidenta de Abogados Cristianos, celebró la condena y aseguró que de esta manera queda "acreditada la necesaria protección de los sentimientos religiosos" de igual manera que se regulan en "todos los países de la Unión Europea".
Castellanos también subrayó que "si se permiten ataques de este tipo, no podremos vivir en democracia cuando no existe un mínimo respeto a los católicos".
"Las ofensas gratuitas, innecesarias y deliberadas contra los católicos no pueden quedar impunes si queremos vivir en un estado democrático", aseguró la presidenta de Abogados Cristianos.