El Papa Francisco recibió en el Vaticano a Noemi, una niña italiana que en mayo de 2019, cuando tenía 4 años, fue herida por el crimen organizado en Nápoles.
Este encuentro privado con el Santo Padre ocurrió en la Casa Santa Marta el 7 de junio por la tarde y duró una hora. Junto a Noemi estuvieron sus padres Stefano Staiano y Tania Esposito, y el Arzobispo de Nápoles, Mons. Domenico Battaglia.
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La madre de Noemi relató a Vatican News que fue "un encuentro emocionante" y que rezaron junto al Santo Padre quien les dijo: "Incluso si la mafia destruye las esperanzas, vayan hacia adelante".
La madre de la niña herida por la camorra -mafia napolitana- relató que la pequeña luchó entre la vida y la muerte y tuvo la fuerza de volverse a levantar para caminar, por lo que para ella no se trató de "suerte" sino que recibieron un milagro.
Después que Noemi fue declarada fuera de peligro, los jóvenes padres quisieron encontrar al Papa y lo solicitaron al Arzobispo Emérito de Nápoles, pero no fue posible por la pandemia. Mons. Battaglia cuando supo el caso visitó personalmente a la familia para conocer a la niña.
"En aquella ocasión le dijimos que estaríamos encantados de que nuestra hija conociera al Papa. Prometió traerla y cumplió su promesa", relató la madre de Noemi.
Sobre el encuentro con el Papa, la señora Tania destacó la sencillez del Pontífice y la emoción que se vivió cuando la pequeña y el Santo Padre "rezaron juntos una oración porque Noemi va a escuela de religiosas y sabe todas las oraciones a memoria".
Luego, los padres le contaron su experiencia con la historia de Noemi, víctima de un fuego cruzado entre el crimen organizado de Nápoles, y lo que han vivido durante estos dos años, las condiciones de salud de la niña que todavía debe tener otras cirugías en la columna vertebral.
Otro momento agradable fue cuando le regalaron al Santo Padre una pequeña estatua que lo representa a él saludando, y que fue comprada en la tradicional calle napolitana San Gregorio de los armenios. Cuando el Papa abrió el obsequio le preguntó sonriendo a la pequeña: "¿Quién es?", y la niña dijo "eres tú".
Finalmente, recordaron cómo fue herida la pequeña por la camorra. Ante eso, el Papa dijo que "la mafia destruye las esperanzas, pisotea los derechos, pero Dios siempre seguirá los pasos de su maravillosa criatura" y mientras continuaban con la historia, el Santo Padre los animó a mirar "hacia adelante" y los cinco rezaron juntos.