Santiago quedó viudo, fue diácono permanente y con 69 años se ordenó sacerdote

Santiago Pérez tiene 69 años y el pasado sábado 5 de junio fue ordenado sacerdote. Su camino hasta el sacerdocio ha sido largo y sorprendente.

En su juventud, Santiago realizó una experiencia de discernimiento vocacional para el sacerdocio durante 3 años. "Sentí la llamada en una convivencia de mi comunidad [neocatecumenal] con la parroquia (...) pero el rector me dijo que esperara", relató a la Archidiócesis de Madrid. 

Ante esta situación, Santiago acudió a un encuentro en Loreto con el Papa San Juan Pablo II y allí pidió al Señor que a través de esta advocación de la Virgen pudiera conocer a "una novia cristiana". Y conoció a Mari Luz. 

Después de poco más de un año como novios decidieron casarse, hasta que en el año 2010, tras 14 años de casados, su esposa falleció de cáncer de mama en Valencia (España).

Poco antes de morir, la esposa de Santiago le animó a retomar la formación para ser diácono permanente y se trasladó a Madrid para acompañar a sus padres que vivían en la capital.

Santiago era técnico de Telefónica y explicó con humor que en el trabajo "había algunos que ya me decían 'pater'". 

Siguiendo la indicación de su esposa, Santiago recibió el diaconado permanente en el año 2016 de las manos del Cardenal Carlos Osoro, Arzobispo de Madrid. 

Hasta que hace dos años, durante una Unción de enfermos a un familiar pensó lo bonito que sería ser sacerdote y poder administrar el viático. Por eso, lo solicitó de manera formal al Cardenal Osoro y finalmente se ordenó el pasado 5 de junio.

Como lema sacerdotal eligió "Servirte con amor sea mi gozo, Señor", porque quiere pedirle a Dios "que nos ayude a todos a que estemos más unidos en la Iglesia, a dar testimonio de amor y de unidad".

Ante la alegría de la ordenación sacerdotal, Santiago subraya su felicidad y agradecimiento "a Dios que me ha llamado" y anima a los jóvenes a "seguir a Jesús, a María y a José e imitar a la Santa Familia de Nazaret".