El Obispo de Cancún Chetumal en el estado mexicano de Quintana Roo, Mons. Pedro Pablo Elizondo, recordó que la Iglesia Católica condena al comunismo "por ser un sistema ateo, represor de las libertades fundamentales".
"La Iglesia Católica condena al comunismo por ser un sistema ateo, represor de las libertades fundamentales y que ayuda a los pobres a ser más pobres", escribió el Prelado mexicano en su cuenta de Twitter el 2 de junio.
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El Catecismo de la Iglesia Católica señala en su numeral 2425 que "la Iglesia ha rechazado las ideologías totalitarias y ateas asociadas en los tiempos modernos al comunismo o socialismo".
Asimismo, son varios los Papas, como San Juan Pablo II, que han recordado esta enseñanza de la Iglesia.
En su encíclica Centesimus annus de 1991, el Papa peregrino escribió que "en los años en que dominaba el comunismo, y también antes, se cometieron muchas injusticias individuales y sociales, regionales y nacionales; se acumularon muchos odios y rencores. Y sigue siendo real el peligro de que vuelvan a explotar, después de la caída de la dictadura, provocando graves conflictos y muertes, si disminuyen a su vez la tensión moral y la firmeza consciente en dar testimonio de la verdad, que han animado los esfuerzos del tiempo pasado".
"Es de esperar que el odio y la violencia no triunfen en los corazones, sobre todo de quienes luchan en favor de la justicia, sino que crezca en todos el espíritu de paz y de perdón", añadía.
El Papa San Pablo VI expresó su rechazo al comunismo en su encíclica Ecclesiam suam de 1964. Allí indicó que es necesario "condenar los sistemas ideológicos que niegan a Dios y oprimen a la Iglesia, sistemas identificados frecuentemente con regímenes económicos, sociales y políticos, y entre ellos especialmente el comunismo ateo".
"Pudiera decirse que su condena no nace de nuestra parte; es el sistema mismo y los regímenes que lo personifican los que crean contra nosotros una radical oposición de ideas y opresiones de hechos. Nuestra reprobación es en realidad, un lamento de víctimas más bien que una sentencia de jueces", agrega.
De otro lado, el Papa San Juan XXIII también alertó sobre el comunismo en su encíclica Mater et Magistra de 1961, en la que resalta que "la oposición entre el comunismo y el cristianismo es radical. Y añade que los católicos no pueden aprobar en modo alguno la doctrina del socialismo moderado".
"En primer lugar, porque la concepción socialista del mundo limita la vida social del hombre dentro del marco temporal, y considera, por tanto, como supremo objetivo de la sociedad civil el bienestar puramente material; y en segundo término, porque, al proponer como meta exclusiva de la organización social de la convivencia humana la producción de bienes materiales, limita extraordinariamente la libertad, olvidando la genuina noción de autoridad social", añade.
Otros pontífices como León XIII, Pío IX, Pío XI y Pío XII también han condenado al comunismo.