El director del Centro Convivencia, Dagoberto Valdés Hernández, indicó que la precaria situación que vive Cuba se debe al "desastre de la empresa estatal socialista", que ha causado hambre, inflación, problemas en la vivienda, la salud y hasta en la educación.
En un mensaje enviado a ACI Prensa, Valdés indicó que "la más reciente señal de la crisis terminal que estamos viviendo en Cuba es la vieja situación del pan", donde hace décadas se raciona el pan, dando uno diario por persona.
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"Hace semanas la harina de trigo para el pan está siendo sustituida por otros experimentos con harina de calabaza o harina de maíz", señaló.
El director indicó que la falta de pan es un "signo inequívoco de la gravísima situación económica en que nos hundimos por la ineficiencia del modelo centralizado y el desastre de la empresa estatal socialista".
Es "una razón para tratar una calamidad aún mayor y más abarcadora: el hambre y la mala alimentación que sufre el pueblo cubano", resaltó. "Todos sabemos que el tipo de alimentación que tenemos en Cuba es malo, insano, insuficiente", agregó.
Valdés señaló que "cada vez que en Cuba falla algo se le atribuye" al embargo norteamericano conocido como "bloqueo", pero no se habla del otro bloqueo, "el principal, el de mayor alcance y peores consecuencias: el bloqueo de las fuerzas productivas de la sociedad cubana".
"El bloqueo de la iniciativa ciudadana, el bloqueo de la empresa privada, el bloqueo de una economía social de mercado", añadió.
Además, indicó que la causa de estos bloqueos es el "empecinamiento en mantener un modelo económico estatalizado, centralizado y monopólico, con la irrentable base en la empresa estatal socialista, mil veces rescatada y otras mil ineficientes, que ha sido origen probado de inoperancia, despilfarro, plantillas infladas, vagancia, corrupción, robo y decadencia".
"La ineficiencia de la empresa estatal socialista está probada hasta la extenuación en las más de siete décadas en la extinta Unión Soviética, más de cuarenta años en Europa socialista, además de Viet Nam y China. Más de veinte años en Venezuela y Nicaragua", agregó.
Valdés lamentó que Cuba continúe con este sistema y señaló que se ha demostrado que "las empresas estatales con todos los recursos a su alcance ni producen suficiente, ni lo poco que hacen tiene calidad".
"En cuanto un particular progresa dentro de la Isla, caen sobre él una serie de trabas, multas, inspectores y nuevas leyes que lo asfixian", subrayó.
El director resaltó que la "ineficacia de este modelo económico y político están presentes" en la vida cotidiana, en el "hambre, escasez de todo, salarios insuficientes, inflación galopante, falta de agua, problemas con la electricidad, el transporte, la vivienda, la salud y hasta la educación".
"Otra consecuencia visible es el agobio cotidiano y sistemático que desgasta las pocas energías que nos deja la mala alimentación. A esa angustia de la escasez, se une la incertidumbre del mañana, ya no solo del futuro, sino del próximo amanecer", añadió.
Valdés señaló que para solucionar la situación del país no se tiene que inventar nada, "la empresa estatal centralizada no funciona. La libre empresa funciona, aunque esté en manos de unos pocos".
"La mejor solución sería liberar las fuerzas productivas con los menores costos sociales. Porque ahora estamos de todas formas pagando los costos sociales para salvar la insalvable empresa estatal y mantener las otros para unos pocos", lamentó.
Asimismo, indicó que otra solución es reconocer "la personalidad jurídica de la empresa privada, cooperativa y mixta, liberándola de toda traba y reconociendo el derecho de todos los cubanos a crear riqueza, acumularla con el debido impuesto para la redistribución de la riqueza, y liberar la tenencia y acumulación de propiedades con el mismo gravamen público para el bien común".
"Esto, aún con sus limitaciones, es más igual y más justo, y sobre todo más productivo y más humano, que lo que está ocurriendo en Cuba hoy que unas pocas empresas en manos de unos pocos, que deciden quién puede y quién no, cómo acumular y cómo invertir, y lo más grave, que no hay ninguna participación ni control ciudadanos", agregó.
Finalmente, Valdés señaló que, con estos cambios, el pueblo cubano podrá "lograr con nuestro propio trabajo y esfuerzo digno, poner sobre la mesa de nuestra familia el bendito 'pan nuestro de cada día'".