La Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor dio a conocer la "gran devoción" a San José de la religiosa peruana María Agustina Rivas López, "Aguchita", cuyo martirio fue reconocido el pasado sábado 22 de mayo por el Papa Francisco.
La futura beata Aguchita, religiosa de esa congregación, fue asesinada en 1990 a los 70 años por Sendero Luminoso, una de las más sanguinarias organizaciones terroristas del siglo XX, que causó decenas de miles de muertes en todo el Perú.
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Sendero Luminoso sostenía como ideología el "pensamiento Gonzalo", que mezclaba el marxismo, el leninismo y el maoísmo.
En un artículo publicado en el sitio web dedicado a su causa de beatificación, se señala que el Año de San José, convocado por el Papa Francisco, "es una ocasión propicia para hacer memoria de la gran devoción que Aguchita le tenía como intercesor de la Providencia de Dios Padre".
"La persona de San José inspiró en Aguchita, durante toda su vida, la acogida a la voluntad del Padre y también la acogida a toda persona sin acepción", continúa.
La Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor señaló que "cuando Aguchita se hizo cargo de la lavandería que quedaba en la Comunidad de Barrios Altos [Lima, Perú], que era una forma de trabajo para el auto-sostenimiento de la misión, y algún usuario no pagaba a tiempo, se pasaban apuros".
"Y si ocurría esto, era ella la que animaba diciendo: 'que no se preocupen que San José se encargaría incluso de eso'".
Aguchita "confiaba plenamente en la providencia. Era muy devota de San José, incluso la lavandería llevaba su nombre. En la festividad de San José, el 19 de marzo, se realizaba una preparación especial; en la víspera había un día de retiro para las personas que trabajaban en la lavandería y al día siguiente, tenían un almuerzo que ella misma se encargaba de preparar y servir", continúa el sitio web oficial.
En la lavandería, describe la Congregación, "había chicas traviesas y a las que nos les gustaba este oficio".
Sin embargo, "Agustina comenzó a trabajar con las más difíciles; a una de ellas la hizo la secretaria, a otra le decía: 'Tú vas a contestar el teléfono'".
"Estas jóvenes se sintieron consideradas y acogidas y valoradas, tanto que comenzaron a amar su oficio. Cuando alguien tenía dificultades con alguna joven, Aguchita la acogía y con tranquilidad la recibía y lograba transformarla", añade el sitio oficial.
La Congregación citó al Papa Francisco, quien dijo que la figura de San José "no fue un hombre que se resignó pasivamente", sino que fue un protagonista valiente y fuerte.
"La acogida es un modo por la cual se manifiesta el don de la fortaleza que nos viene del Espíritu Santo. Solo el Señor puede darnos la fuerza para acoger la vida tal como es, para hacer sitio incluso en esa parte contradictoria, inesperada y decepcionante de la existente", señala el sitio web.
Para su Congregación, Aguchita tuvo una vida en la que "San José no solo fue su ejemplo, sino su 'gran aliado' frente a las grandes necesidades de los apostolados en donde le tocó servir".
"En este tiempo de pandemia, invoquemos la protección de San José y la intercesión de Aguchita sobre nuestras comunidades, familias, y por toda nuestra humanidad", concluye el sitio oficial de la causa de beatificación.