La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) informó que el miércoles 26 de mayo falleció a los 80 años, a causa del COVID-19, el Obispo Emérito de Ipiales, Mons. Arturo Correa Toro.
Mons. Elkin Álvarez Botero, secretario general de la CEC, envió un mensaje a nombre de los obispos colombianos en el que pide rezar por el alma de Mons. Correa y animó a dar "gracias por su vida y ministerio, y roguemos para él la gloria eterna prometida a los servidores fieles del Evangelio".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El Prelado también manifestó su cercanía y solidaridad con los sacerdotes, religiosos y laicos de Ipiales y con los familiares del fallecido Obispo.
Por su parte, la Diócesis de Ipiales publicó un comunicado para ofrecer una oración de "acción de gracias a Dios por la vida y ministerio de Monseñor Arturo, quien sirvió a esta porción del pueblo de Dios durante 18 años, tiempo en el cual guió nuestro camino Diocesano, pastoreándonos con la misericordia del Pastor solícito que desgasta su vida en bien del rebaño".
"Su paternidad espiritual con el presbiterio, su vocación misionera y su incansable labor será el legado para nuestro pueblo que hoy pierde un gran ser humano y un ministro enteramente consagrado a Dios", agrega.
Las exequias se realizarán el lunes 31 de mayo a las 3:00 p.m. en el templo parroquial San Pedro Mártir - Catedral de Ipiales. Sus cenizas serán depositadas en la Basílica Nuestra Señora de Las Lajas.
Mons. Arturo Correa Toro nació en Ituango, en la Diócesis de Santa Rosa de Osos, el 26 de abril de 1941. Estudió en los seminarios de Santa Rosa de Osos y Santa Fe de Antioquia.
Se graduó en Filosofía y Teología en el Seminario Nacional Cristo Sacerdote en la Ceja. Fue ordenado sacerdote el 22 de octubre de 1967 en Medellín, incardinándose en la Diócesis de Jericó.
Fue vicario parroquial en Pueblorrico, en Jardín y en Concordia. Desde 1972 hasta 1982 sirvió en la Diócesis de San Pedro Sula en Honduras.
Al volver a Colombia sirvió como administrador de las parroquias San Juan Evangelista en Salgar, San Pablo de Tarso en Tarso y San Antonio en Támesis. En 1992, fue nombrado párroco de la parroquia La Inmaculada Concepción en Ciudad Bolívar.
El 29 de enero de 2000 fue designado Obispo de Ipiales y recibió la consagración episcopal el 20 de marzo del mismo año.
El 3 de febrero de 2018 el Papa Francisco aceptó su renuncia al gobierno pastoral de Ipiales.