El próximo 6 de julio, Máire Lea-Wilson tiene la intención de entrar en los imponentes Reales Tribunales de Justicia de Londres para desafiar la ley que permite que se aborten hasta el nacimiento a los bebés con síndrome de Down.
La contadora de 33 años es una de las dos personas que se dirigieron al Alto Tribunal de Inglaterra y Gales para escuchar el histórico caso que impugna la ley de aborto del Reino Unido. La solicitud fue admitida el 17 de octubre pasado y la fecha de la audiencia se fijó a principios de este mes.
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Su participación en el caso se remonta a febrero de 2020, cuando vio una entrevista televisiva con Heidi Crowter, una joven con síndrome de Down.
Crowter estaba discutiendo por qué se oponía a la ley actual del Reino Unido, que permite el aborto hasta 24 semanas para todos los niños por nacer, pero sin límite de tiempo si existe un "riesgo sustancial" de discapacidad.
"Me hace sentir que no era amada ni querida", le dijo Crowter a su entrevistador.
Las palabras de Crowter resonaron en Lea-Wilson, quien había dado a luz a su segundo hijo, Aidan, en junio de 2019.
"Descubrí que Aidan probablemente nacería con síndrome de Down cuando yo tuviera 34 semanas de embarazo, y luego me preguntaron repetidamente si quería interrumpir el embarazo", le dijo a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– en una entrevista por correo electrónico.
"De repente, la forma en que me trataron cambió de una madre emocionada esperando un segundo hijo, a una mujer que enfrenta una gran tragedia y que tuvo que tomar una 'decisión': abortar o no mi embarazo", continuó.
Luego reflexionó: "Tengo dos hijos a quienes amo y valoro por igual, así que no puedo entender por qué la ley no los valora por igual".
Lea-Wilson decidió escribir una carta abierta al secretario de salud británico Matt Hancock explicando por qué estaba junto a Crowter en oposición a la cláusula de discapacidad de la Ley del Aborto de 1967.
El artículo 1 (1) (d) de la Ley permite el aborto hasta el nacimiento si "existe un riesgo sustancial de que si el niño naciera, sufriera de anomalías físicas o mentales que lo perjudicaran gravemente".
"Tengo dos hijos. Ambos son espíritus testarudos, decididos, independientes y cariñosos. Como su madre, necesitan que los cuide, les enseñe sobre el mundo, los ame y los valore. Como su madre, puedo decirles que los valoro por igual; pero parece que la ley no lo hace. La razón de esto es que uno de ellos tiene síndrome de Down y el otro no", escribió Lea-Wilson.
La publicación de la madre fue ampliamente compartida y la puso en contacto con la madre de Heidi, Liz Crowter, y su abogado. Juntos discutieron cómo su experiencia podría contribuir a un caso legal.
"Significa mucho que tengamos la oportunidad de cambiar la ley. Como madre, todo lo que quiero para mi hijo es que sea tratado de manera justa y equitativa. En su corta vida, ya hemos experimentado tanta discriminación. A menudo me preguntan: '¿Sabías que tenía síndrome de Down antes de nacer?'", dijo.
"La implicación de esa pregunta, que seguramente no debí tenerlo o que debó haber interrumpido el embarazo, es increíblemente hiriente y no le otorga el valor ni la dignidad que se merece", continuó.
Lea-Wilson cree "que esta ley, que diferencia el límite de tiempo para el aborto basado en discapacidad, permite que prevalezca una narrativa en la que las personas con discapacidad son valoradas menos y consideradas como una carga para su familia y la sociedad en general".
Máire Lea-Wilson con sus hijos, Tom y Aidan. / Crédito: Cortesía.
Si bien aún no se ha reunido con Heidi Crowter en persona debido a la pandemia de coronavirus, dijo que tuvo el "absoluto honor" de conocer a su compañera solicitante del Alto Tribunal a través de Zoom.
Las dos mujeres cuentan con el apoyo del grupo Don't Screen Us Out, creado en medio de preocupaciones por el respaldo del gobierno del Reino Unido a una nueva prueba prenatal para el síndrome de Down.
Hubo 3.183 abortos por discapacidad registrados en Inglaterra y Gales en 2019, 656 de ellos después de un diagnóstico prenatal de síndrome de Down.
El aborto por discapacidad también es una práctica común en otros países europeos. El número de bebés con síndrome de Down nacidos en Europa se redujo a la mitad entre 2011 y 2015, según un estudio publicado en el European Journal of Human Genetics.
Solo 18 bebés con la condición genética nacieron en Dinamarca en 2019, mientras que CBS News informó en 2017 que Islandia había estado cerca de "erradicar los nacimientos con síndrome de Down".
Lea-Wilson cree que hay mucho en juego cuando el Alto Tribunal conozca el caso del 6 al 7 de julio.
"Espero que, si tenemos éxito, podamos poner a la sociedad en el camino de la verdadera igualdad y la inclusión de las personas con síndrome de Down", dijo.
"Recientemente, Richard Dawkins tuiteó que sería 'inmoral' traer al mundo a sabiendas a un bebé con síndrome de Down, y cuando fue entrevistado por [el presentador de RTÉ Radio 1] Brendan O'Connor sobre el asunto, sugirió que la razón sería porque un bebé con síndrome de Down aumentaría el sufrimiento en el mundo y no aumentaría la felicidad", comentó Lea-Wilson.
Y continuó: "Este es solo un ejemplo, pero por experiencia, sé que estas narrativas son un lugar común. Para otros padres como yo, esto es discordante porque de ninguna manera concuerda con nuestra experiencia vivida. Aidan trae tanta alegría y felicidad al mundo. ¿Le dice esto a mi hijo, y a otras personas con síndrome de Down, que no tienen el mismo valor? ¿Que no son igualmente valorados?".
La madre dijo que si cambia la ley, espera "que los nuevos padres y los futuros padres comiencen a recibir información justa e imparcial sobre la afección". "Y, sobre todo, espero que eso signifique que personas como mi hijo comiencen a mirar hacia un futuro en el que puedan vivir vida libre de discriminación", añadió.
Lea-Wilson y Crowter buscan recaudar 100 mil euros (alrededor de 140 mil dólares) para cubrir el costo de acudir a los tribunales. Hasta ahora, han recaudado 93 mil libras esterlinas (131 mil dólares) de casi tres mil donaciones a través del sitio web CrowdJustice, pero necesitan más ayuda para alcanzar su objetivo.
Mientras se prepara para su día en la corte, Lea-Wilson se centra de lleno en lo que considera el problema central de la ley: su negación de la igual dignidad de los seres humanos.
"Como sociedad, proclamamos que creemos que todos merecen una oportunidad justa y equitativa en la vida. Esta misma sociedad decidió que el punto de viabilidad, 24 semanas, era el límite de tiempo aceptable para el aborto para un bebé con un desarrollo típico, pero no para un bebé con una discapacidad como el síndrome de Down", reflexionó.
Finalmente, dijo que "si realmente creemos que las personas deben ser tratadas por igual independientemente de su nivel de capacidad, si realmente creemos que las personas con síndrome de Down son valiosas y merecen un lugar en la sociedad, entonces debería haber paridad en la ley".
"Nuestras leyes actualmente no tratan por igual a las personas con síndrome de Down. ¿Toleraríamos esta desigualdad si reemplazáramos la discapacidad con otra característica protegida como el género?", concluyó.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.