Aunque estaba previsto el debate para este jueves, el Senado de Argentina no debatió el proyecto que busca darle rango constitucional a la "Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer", conocida como Convención de Belem do Pará, y que es usada como un instrumento del feminismo radical para promover el aborto en la región.
El abogado argentino Martín Zeballos Ayerza dijo este 20 de mayo a ACI Prensa que "es una decisión acertada del Senado no incluir esta convención porque de haberla incluido habría incorporado cosas que se dan de bruces con la Constitución".
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Al no haberse incluido el tema en la sesión de hoy, este vuelve a la Comisión de Banca de la Mujer, que el pasado 5 de mayo aprobó el dictamen favorable.
En opinión del jurista y miembro de Abogados por la Vida, "darle rango constitucional a la Convención Belem do Pará generaría un cortocircuito de coherencia en nuestra legislación constitucional" en la que destaca la defensa del derecho a la vida.
La Convención de Belem do Pará fue firmada el 9 de junio de 1994 en la ciudad brasileña de Belem do Pará y en Argentina fue reconocida con la ley 24632 en 1996. Desde entonces ha habido varios intentos para darle rango constitucional.
El 5 de mayo, la senadora Silvia Elías de Pérez, de Tucumán, dijo que "nadie pone en tela de juicio que se debe acabar con la violencia contra la mujer, pero para poner en la Constitución un tratado, este debe reflejar el pensamiento de toda la sociedad".
La senadora alertó que "el comité de expertas que creó la Convención considera tortura un embarazo no planificado y trato cruel e inhumano al que se le da a una mujer cuando no puede acceder a un aborto".
En respuesta a la pretensión de darle rango constitucional a la convención, más de ocho mil personas han firmado una solicitud en la plataforma CitizenGo para que el Senado rechace la medida.
La convención tiene un "comité de expertas" que "ejerce presión desde su creación para que se legalice el aborto en todos los estados que forman parte" de la misma.
Martín Zeballos resaltó que aunque la convención no menciona el aborto ni utiliza un lenguaje alusivo al mismo, ha sido interpretada por las feministas como un texto que lo permite y, en ese sentido, es usada para promover la agenda abortista en la región.
No se sabe cuándo volvería el proyecto a la sesión del Senado. Para su aprobación se requiere de dos tercios de los votos, es decir 48 de 72.