Al celebrarse un año más del nacimiento del Papa San Juan Pablo II este 18 de mayo, recordamos que su madre Emilia Wojtyla, a pesar de haber tenido un embarazo de riesgo, dijo sí a la vida y no al aborto.
Gracias a ella, la Iglesia Católica y el mundo entero tienen ahora un gran Papa santo.
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En un pasaje del libro Más cerca del corazón. Bocetos de la juventud de Karol Wojtyła - Juan Pablo II, se explica este suceso.
Una vecina de la señora Wojtyla, Maria Siwcowa, residente en Wadowice, donde nació Karol, narró que cuando Emilia estaba en su segundo mes de embarazo, el doctor Jan Moskala, entonces un conocido ginecólogo, diagnosticó un embarazo de alto riesgo, explicando que no podría llevarlo a término y que el niño no nacería sano.
Por ello aconsejó a Emilia que abortara. Esta situación fue confirmada por dos amigas de Emilia: Maria Kaczorowa y Helena Szczepańska.
La conversación con Maria Kaczorowa fue grabada en 1985 por Roman Gajczak y su declaración fue incluida en el mencionado libro, que indica además que por esa época la señora Kaczorowa era quizás la última persona viva que había conocido bien a Emilia.
Si bien era anciana y estaba postrada en cama, tenía una gran memoria.
La comadrona de Wadowice, Jadwiga Tatarowa, que cuidó de Emilia durante su embarazo, conocía bien el riesgo que corrían la madre y Karol. De su testimonio se desprende el sufrimiento de Emilia por el consejo de abortar, que le había dado el obstetra más famoso de Wadowice.
El rector de la basílica de Wadowice de aquella época, P. Jakub Gil, confirmó que fue la profunda fe de la señora Wojtyla la que le hizo decir no al aborto, aunque ciertamente temía por su vida y la del niño en su vientre.
El doctor Moskala tenía la reputación de ser un profesional serio, pero también era un conocido abortista, hasta el punto de que alguien escribió en la pared del edificio donde tenía su consultorio: “La fábrica de ángeles”.
Los padres de Karol decidieron entonces acudir a otro médico de origen judío, Samuel Taub, que confirmó el riesgo de las complicaciones, incluida la posibilidad de que Emilia muriese.
A diferencia del primero no propuso abortar y aceptó hacer el seguimiento del embarazo.
Aunque los historiales médicos de Emilia Wojtyla ya no existen y todos los testimonios son orales, la fiabilidad de los hechos viene dada por testigos directos, cuyas declaraciones coinciden.
Durante la visita del Papa San Juan Pablo II a Wadowice en 1979, al ver a la amiga de su madre, la señora Helena Szczepańska, pidió encontrarse con ella y ese mismo día conversaron en la parroquia de Wadowice.
El postulador de la causa de beatificación del Papa peregrino, Mons. Slawomir Oder, recuerda que la actividad de San Juan Pablo II por el bien de la humanidad no ha terminado, ya que se producen muchas curaciones por su intercesión.
Este artículo fue publicado originalmente en 2021. Ha sido actualizado para su republicación.