El Papa Francisco destacó que el nuevo Beato Francisco María de la Cruz Jordán, fundador de la Sociedad del Divino Salvador (Salvatorianos), fue un "incansable anunciador del Evangelio, utilizando cualquier medio que la caridad de Cristo le inspiraba".
Así lo dijo el Santo Padre este 16 de mayo tras presidir el rezo del Regina Coeli ante numerosos fieles reunidos en la plaza de San Pedro.
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El Beato Jordán fundó la Sociedad del Divino Salvador, la Congregación de las Hermanas del Divino Salvador y la Comunidad Internacional del Divino Salvador.
Durante su vida, estableció la Sociedad del Divino Salvador en 14 países. Actualmente, realizan actividades apostólicas en más de 50 países.
Tras dirigir el rezo de la oración mariana este domingo, el Santo Padre recordó que la ceremonia de beatificación se realizó el sábado 15 de mayo en la Basílica de San Juan de Letrán de Roma.
Al referirse al Beato Francisco María de la Cruz Jordán, el Papa Francisco afirmó que "fue incansable anunciador del Evangelio, utilizando cualquier medio que la caridad de Cristo le inspiraba" y rezó para que "su celo apostólico sea ejemplo y guía a los que en la Iglesia están llamados a llevar la palabra y el amor de Jesús a cada ambiente".
"¡Un aplauso al nuevo Beato!", exclamó el Papa mientras que indicó un grupo de fieles que llevaron a la plaza de San Pedro una manta grande con la representación del rostro del P. Jordán.
La beatificación fue presidida por el vicario del Papa para la Diócesis de Roma, Cardenal De Donatis.
A la ceremonia asistió la familia que recibió el milagro por intercesión del P. Jordán en Brasil, quienes rezaron por su bebé que estaba por nacer y que padecía una enfermedad ósea incurable conocida como displasia esquelética.
En su homilía, el Cardenal De Donatis describió tres aspectos de la vida del Beato Jordán: la importancia de meditar las Sagradas Escrituras; el anuncio apostólico para salvar a todos y la comunión apostólica.
El Beato Francisco de la Cruz comprendió "que solamente la escucha de la Palabra de Dios puede ser el fundamento del camino de la evangelización" porque "solo frecuentando las Escrituras, leyéndolas, meditándolas, se adquiere la sabiduría espiritual necesaria para el anuncio", señaló el Purpurado.
Breves datos biográficos
El P. Jordán nació el 16 de junio de 1848 en Gurtweil, una localidad en el actual estado alemán de Baden-Württemberg. Debido a la pobreza de su familia, debió postergar su sueño de prepararse para ser sacerdote, y trabajar como obrero y pintor-decorador.
En 1869 comenzó a tomar clases privadas con sus amigos sacerdotes en Waldshut, y después de eso estudió en el liceo de Constanza. Jordán desarrolló un talento innato para los idiomas y se graduó de la secundaria presentando un ensayo en ocho idiomas europeos y otro en otros cuatro idiomas.
En 1874 comenzó sus estudios de teología y filología en la Universidad Albert Ludwig de Friburgo de Brisgovia. Después, comenzó su preparación para el sacerdocio en el Seminario de San Pedro, cerca de la misma ciudad.
Fue ordenado sacerdote el 21 de julio de 1878, y más tarde, por orden de su obispo, fue enviado Roma para estudiar las lenguas orientales: sirio, arameo, copto, árabe, hebreo y griego.
El P. Jordán creía que Dios lo estaba llamando a fundar una nueva obra apostólica en la Iglesia. Después de un viaje a Medio Oriente, buscó establecer una comunidad de religiosos y laicos en Roma dedicada a proclamar que Jesucristo es el único Salvador.
Fue así que el 8 de diciembre de 1881 fundó la Sociedad del Divino Salvador, que luego también contó con una rama femenina, la Congregación de las Hermanas del Divino Salvador y de la Comunidad Internacional del Divino Salvador.
En 1915, a causa de la Primera Guerra Mundial, los dirigentes de la Sociedad, junto con el Padre Jordán, se vieron obligados a trasladarse de Roma a la neutral Suiza.
Después de retirarse en 1915, el P. Jordán pasó sus últimos tres años de vida en Friburgo (Suiza). Falleció en un pequeño hospicio en Tafers cerca de Friburgo el 8 de septiembre de 1918 y fue enterrado en la iglesia parroquial local. En 1956 sus restos mortales fueron trasladados a la Casa Madre de la Sociedad en Roma.
El proceso de la causa de beatificación del sacerdote alemán se inició en 1942. En 2011, el Papa Benedicto XVI reconoció sus virtudes heroicas, declarándolo Venerable. El 19 de junio de 2020, el Papa Francisco aprobó su beatificación tras reconocer el milagro atribuido a su intercesión.