La imagen de sor Ann Un Thawng arrodillada ante la policía instándoles a no usar la violencia contra los manifestantes captó la atención del mundo después del golpe militar en Myanmar.
La religiosa dijo el jueves 13 de mayo que el Espíritu Santo la impulsó a arrodillarse entre la policía y los manifestantes, y que sacó sus fuerzas de la oración ante el Santísimo Sacramento.
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"Sentí profundamente la acción del Espíritu Santo", dijo a los periodistas en Roma a través de una videollamada desde Birmania, el país del sudeste asiático oficialmente conocido como Myanmar.
Hablando en birmano con la traducción simultánea de un sacerdote y un seminarista de Myanmar, la religiosa dijo el 13 de mayo que la oración había sido fundamental para sostenerla durante este momento difícil para su país.
"Incluso cuando estamos viviendo un momento de persecución, realmente me ha ayudado sobre todo decir oraciones de alabanza. La oración en adoración ante el Santísimo Sacramento me ha dado esta fuerza. De ahí saqué fuerzas para ayudar a la gente y actuar así", dijo.
Sor Ann Un Thawng pertenece a las Hermanas de San Francisco Javier en el norte de Birmania. El video de ella arrodillada ante oficiales de policía en la ciudad de Myitkyina el 8 de marzo incluso conmovió al Papa Francisco.
"También yo me arrodillo en las calles de Myanmar y digo: ¡Que pare la violencia! También yo extiendo mis brazos y digo: ¡Que prevalezca el diálogo!", dijo el Papa Francisco el 17 de marzo.
Myitkyina, la capital del estado de Kachin, ha experimentado algunos de los peores actos de violencia mientras las fuerzas de seguridad reprimían a los manifestantes del golpe militar del 1 de febrero.
La religiosa dijo que, para ella, arrodillarse es un "gesto de reconciliación" que también comunica el perdón de los enemigos. Dijo que el 8 de marzo fue la segunda vez que se arrodilló ante la policía de esta manera. Más tarde, ese mismo día, recordó que también ayudó a llevar a los manifestantes heridos al hospital.
"En tres meses, murieron más de 800 personas. Estoy muy preocupada por el futuro", dijo.
La religiosa habló en el lanzamiento de su nuevo libro, "Kill me, not the people" (Mátame a mí, no a la gente), publicado recientemente en italiano por Editrice Missionaria Italiana.
Sor Ann expresó su gratitud al Papa Francisco por las muchas veces que ha hablado sobre la situación en Myanmar.
El Papa ha pedido repetidamente la armonía en el país, que tiene una población de 54 millones de personas y limita con Bangladesh, India, China, Laos y Tailandia. Francisco se convirtió en el primer pontífice en visitar la nación de mayoría budista en noviembre de 2017.
El Cardenal Charles Maung Bo, Arzobispo de Yangon, también ha brindado apoyo continuo a los manifestantes, al tiempo que instó al movimiento a permanecer "pacífico y no violento".
El Papa Francisco ofrecerá una Misa para la comunidad birmana de Roma en la Basílica de San Pedro el 16 de mayo.
El P. Maurice Moe Aung, miembro de la Congregación de los Misioneros de la Fe, dijo que la comunidad birmana de Roma está compuesta principalmente por estudiantes, incluidos miembros de comunidades religiosas.
El sacerdote, originario de Birmania, dijo a los periodistas el 12 de mayo que estaba preocupado por el creciente número de muertos y arrestos mientras continúan las protestas en todo el país.
El 11 de mayo se cumplieron los 100 días desde que el ejército de Myanmar tomó el control del país en un golpe repentino. La oficina de derechos humanos de las Naciones Unidas ha expresado su preocupación por las "graves violaciones de derechos humanos" en el país, donde las fuerzas de seguridad han matado al menos a 782 personas en su intento de reprimir las protestas callejeras.
"El mundo debe hacer oír su voz. Debe hacer una contribución más decisiva. No podemos esperar. No podemos esperar o habrá muchas más muertes", dijo el sacerdote.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.