La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) ofreció este 13 de mayo sus oraciones por la paz en Tierra Santa, frente al conflicto entre Israel y Hamas que ha dejado decenas de muertos.
El presidente del Comité Internacional de Justicia y Paz de la USCCB, Mons. David Malloy, señaló que los obispos de Estados Unidos lamentan "enormemente que las tensiones latentes estallaran en violencia en Tierra Santa esta semana".
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"Es un ciclo que lamentablemente hemos presenciado y contra el que hemos hablado muchas veces, pero debido a nuestro gran amor en Cristo Jesús, permanecemos siempre presentes y cerca de la gente de esta tierra hasta que la Paz de Dios reine en su plenitud para siempre", agregó.
Medios internacionales han señalado que al menos 103 personas han muerto esta semana como resultado del conflicto entre Israel y Hamas, grupo radical islamista que gobierna la franja de Gaza.
Hamas ha disparado cohetes contra Jerusalén y otras ciudades de Israel, mientras que el ejército israelí ha realizado ataques aéreos en Gaza, incluso contra edificios residenciales, según los informes.
Se han producido incidentes de violencia colectiva entre judíos y árabes en otras ciudades del país. En la ciudad de Lod, al sureste de Tel Aviv, el alcalde advirtió sobre el estallido de una "guerra civil" contra civiles israelíes y ha pedido la intervención del ejército.
El viernes 7 de mayo, el último viernes de Ramadán, miles de musulmanes palestinos se enfrentaron con la policía en la mezquita de al-Aqsa en el Monte del Templo. Más de 150 palestinos y seis policías israelíes resultaron heridos.
El Patriarca Latino de Jerusalén, Mons. Pierbattista Pizzaballa, afirmó que "para la paz, se necesita justicia" y advirtió que "en la medida en que no se defiendan y respeten los derechos de todos -israelíes y palestinos-, no habrá justicia y, por tanto, no habrá paz en la ciudad".
"A los fieles palestinos se les ha negado el acceso a la mezquita de al Aqsa durante este mes de Ramadán", subrayó. "Estas manifestaciones de fuerza hieren el espíritu y el alma de la Ciudad Santa, cuya vocación es ser abierta y acogedora, ser un hogar para todos los creyentes, con igualdad de derechos, dignidad y deberes", agregó.
El Patriarca Pierbattista Pizzaballa agregó que "la violencia empleada contra los fieles socava su seguridad y su derecho a acceder a los lugares sagrados y a rezar en libertad".
El Santo Padre señaló su preocupación por el conflicto en el Monte del Templo en su oración dominical Regina Coeli el 9 de mayo.
"Sigo con particular preocupación los sucesos que se están produciendo en Jerusalén. Rezo para que Jerusalén sea lugar de encuentro y no de conflictos violentos, lugar de oración y de paz", indicó.
"Invito a todos a buscar soluciones compartidas para que la identidad multirreligiosa y multicultural de la Ciudad Santa se respete y que pueda prevalecer la fraternidad. La violencia sólo genera violencia. ¡Basta de enfrentamientos!", añadió.
En su mensaje, Mons. Malloy pidió a todas las partes en el conflicto que detengan la violencia y señaló que la "muerte del vecino solo sirve para demonizar al adversario y profundizar las pasiones que dividen y destruyen".
Finalmente, señaló que los obispos de Estados Unidos han pedido mantener "el status quo de los lugares sagrados, que incluye el complejo Al-Aqsa, donde se reportó gran parte de los hechos de violencia esta semana" y apeló al derecho internacional "para resolver estas disputas".
Traducido y adaptado por Harumi Suzuki. Publicado originalmente en CNA.