Este 13 de mayo los fieles de Chile recibieron la bendición apostólica del Papa Francisco, transmitida por el Nuncio Apostólico, Mons. Alberto Ortega, durante la Misa celebrada en el país sudamericano en la que se coronó a la imagen de la Virgen de Fátima que peregrina por esta nación hace 21 meses.

El Nuncio Apostólico en Chile, Mons. Alberto Ortega, a cargo de la coronación de la imagen mariana, leyó el mensaje del Santo Padre enviado por el Secretario de Estado, Cardenal Pietro Parolin.

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El Santo Padre "se une a su acción de gracias al Señor por las abundantes bendiciones que nuestra Señora ha alcanzado de su Hijo al amado pueblo de Chile en estos momentos particularmente difíciles".

"Al mismo tiempo, los anima a seguir viviendo la misión evangelizadora unidos a María e intensificando los esfuerzo para que a todos llegue la luz de la Palabra de Dios, el consuelo de los sacramentos, el auxilio de la oración y no falte nunca la ayuda caritativa y fraterna a los más necesitados", agregó.

El Santo Padre encargó a los fieles de Chile oraciones por su ministerio dedicado "al santo pueblo de Dios".

En la explanada del Santuario de la Inmaculada Concepción del Cerro San Cristóbal, el Arzobispo de Santiago de Chile, Cardenal Celestino Aós, presidió una Misa acompañado de Mons. Ortega; junto a otros sacerdotes, organizadores de la peregrinación de la Virgen de Fátima Chile y fieles.

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En su homilía, el Cardenal manifestó que la corona lleva como plegaria el anhelo de ser "responsables ante la pandemia", protagonistas de "un Chile mejor", "colaboradores discípulos y misioneros en la construcción del Reino de la justicia y la verdad". 

El Cardenal Aós recordó que la Virgen María pide realizar la voluntad del Padre. "Ese es el secreto, ese es el camino. Mantenernos en el amor a Dios y a los demás".

Asimismo, alertó que "hay otros virus, los virus del alma, los que desfiguran y debilitan la persona humana y la convivencia. Son virus contagiosos y destructores".

"La violencia en nuestras relaciones, la violencia en nuestros medios de comunicación, la falta de respeto a las normas de circulación que causan tantos heridos y muertos. Los abusos de menores y de ancianos y débiles, la violencia que son asaltos y asesinatos, la corrupción, el narcotráfico que lleva a la esclavitud de la droga, el menosprecio del matrimonio y la familia", señaló.

"No construiremos un Chile mejor desde la violencia, la corrupción y el egoísmo. El pecado de uno contamina, envenena, enferma y mata a todos. Y la bondad y la justicia de uno beneficia y vitaliza a todos", reflexionó el Cardenal Aós.

El Purpurado pidió a la Virgen de Fátima que reúna "las voluntades de todos los queremos una civilización del amor y la verdad, del respeto a la vida y a la familia, del respeto a la libertad y los derechos fundamentales, como el poder celebrar nuestros cultos religiosos o el escoger nuestra educación para nuestros hijos".

"Miramos el futuro con esperanza, que superada la pandemia todos podamos vivir días de trabajo y paz, de solidaridad y diálogo".

"Te pedimos que nos ayudes a trabajar generosamente por la salvación del mundo y por la extensión del Reino de Dios".

Tras la coronación de la imagen, durante el ofertorio, los organizadores de la peregrinación de Fátima en Chile presentaron distintos signos que expresan lo que han vivido las comunidades al recibir la visita de la imagen peregrina de Fátima.

Los presentes y quienes siguieron la Eucaristía desde sus casas rezaron la oración de consagración al Inmaculado Corazón de María.