El P. Camillus Mbaka pidió perdón al Obispo de Enugu (Nigeria), Mons. Callistus Onaga, y a la Iglesia, por el ataque a la catedral y la residencia episcopal que realizaron los seguidores de su ministerio, que creían que el sacerdote estaba desaparecido.
El P. Mbaka, de 54 años, fue ordenado sacerdote para la Diócesis de Enugu en 1995 y es el fundador del Ministerio de Adoración, cuya página de Facebook cuenta con más de 2.6 mil seguidores.
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Durante una Misa realizada por el ministerio el 9 de mayo, el sacerdote pidió perdón a la Iglesia y a Mons. Onaga por el incidente, y solicitó que los hechos de violencia ocurridos queden en el pasado.
El miércoles 5, seguidores del P. Mbaka irrumpieron en la residencia de Mons. Onaga en la Diócesis de Enugu y causaron daños a la catedral de la ciudad, donde profanaron el altar, como una manera de exigir información sobre el paradero del sacerdote, a quién creían desaparecido.
Los manifestantes afirmaron que Mons. Onaga invitó al P. Mbaka para una reunión el 2 de mayo y desde entonces no se tenía información del paradero del sacerdote. El P. Mbaka reapareció horas después de los ataques.
El director de comunicaciones de la Diócesis de Enugu, P. Benjamin Achi, señaló a ACI África – agencia del Grupo ACI – que la supuesta desaparición del P. Mbaka fue consecuencia de la "desinformación".
"El sacerdote apareció a las 2:40 p.m. después de que una turba atacó la casa del obispo durante la mañana, destruyendo muchas cosas", señaló el P. Achi.
Según News Agency of Nigeria (NAN), el P. Mbaka llegó a la residencia del obispo el 5 de mayo "en una caravana en medio del júbilo de sus fieles" del Ministerio de Adoración.
"Sin embargo, se detuvo frente a la residencia del obispo y se dirigió a sus seguidores instándolos a mantener la calma y regresar al centro de adoración donde se les daría más información", informó NAN.
Durante la Misa del 9 de mayo, el P. Mbaka dio sus "más sinceras disculpas a la Santa Iglesia, Romana y Apostólica a la que pertenezco y espero que la Madre Iglesia nos perdone de alguna manera por lo que no hicimos bien".
"Incluso en todo lo que dije y no dije bien, oramos por su perdón", indicó.
El sacerdote señaló que ese día "cuando la protesta cobró más fuerza, mi obispo me pidió que viniera y me llevara a los manifestantes para evitar que la situación se saliera de control".
"La noticia atrajo la atención de los medios: el P. Mbaka está desaparecido, Mbaka ha sido secuestrado y todo eso. Pero nunca fui secuestrado", aclaró. "Me encontraba en el lugar donde mi obispo me pidió que realizara mi oración personal", agregó.
El P. Mbaka culpó de la destrucción a los "matones", quienes "secuestraron" las protestas pacíficas en busca de su paradero.
"Hubo mucha información mezclada. El diablo fue parte de la historia", señaló. "No animé a nadie a destruir nada. Escuché que, al enterarse de mi supuesto secuestro, la gente se unió y empezó a romper cosas", agregó.
El sacerdote indicó que no respalda la violencia, pero si rescató el fervor de los fieles en "la búsqueda de su pastor desaparecido" y pidió disculpas "con quien haya malinterpretado mi declaración".
"Yo, el P. Mbaka, parado aquí, soy un hijo de la Santa Madre Iglesia, y todos los fieles también son hijos de la misma madre Iglesia", indicó.
El sacerdote aclaró que no tiene problemas con la Iglesia ni con el obispo local, y señaló que los "enemigos" quieren causar discordia, pero este plan no triunfará gracias al "don de la humildad y la obediencia a la Iglesia".
"No puedo desobedecer a la Iglesia; ¿quién soy? ¿Cómo puede alguien que ha estado sirviendo a la Iglesia durante 25 años empezar a luchar contra la misma Iglesia? Todo en mi vida es para la Iglesia", subrayó.
El 6 de mayo, Mons. Onaga anunció una semana de oración de expiación y reparación, y describió el incidente como un "acto atroz" contra la santidad de la Iglesia.
Traducido y adaptado por Harumi Suzuki. Publicado originalmente en CNA.