El Papa Francisco recibió este 10 de mayo en el Vaticano al presidente de la República de Letonia, Egils Levits, con ocasión del centenario de las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y Letonia.
Según informó el Vaticano, durante las conversaciones se destacó "la contribución fundamental de la fe cristiana y de la Iglesia Católica a la promoción de un auténtico humanismo, abierto a la dimensión espiritual, en defensa de la dignidad del ser humano y de la familia".
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Además, en la audiencia se reafirmó "la voluntad de cooperar en la búsqueda del bien común y en la promoción de una cultura que favorezca la paz y la fraternidad entre los pueblos".
Después del encuentro con el Papa que duró 40 minutos, el presidente se reunió con el Secretario de Estado, Cardenal Pietro Parolin, y con el Secretario para las Relaciones con los Estados, Mons. Paul Richard Gallagher.
San Juan Pablo II visitó Letonia en 1993, mientras que el Papa Francisco visitó Letonia, Lituania y Estonia en septiembre de 2018.
En un video mensaje enviado a estos tres países bálticos, naciones ex soviéticas, el Santo Padre destacó la importancia de la libertad que "es un tesoro que debe ser constantemente preservado y transmitido, como un legado precioso, a las nuevas generaciones".
"En tiempos de oscuridad, violencia y persecución, la llama de la libertad no se apaga, sino que inspira la esperanza de un futuro en el que, la dignidad dada por Dios a cada persona sea respetada y todos nos sintamos llamados a colaborar en la construcción de una sociedad justa y fraterna", afirmó el Papa.
Durante su visita a Letonia el Santo Padre estuvo en las ciudades de Riga y Anglona.
En Riga, el Papa se reunió con las autoridades, el cuerpo diplomático y representantes de la sociedad civil en el Palacio Presidencial; participó en un encuentro ecuménico; visitó la Catedral católica de Santiago y almorzó con los obispos en la casa arquidiocesana de la Sagrada Familia.
Después en Anglona, el Pontífice celebró una Misa en el Santuario de la Madre de Dios en la que alentó a imitar a la Virgen María para asistir a los necesitados.
"Al pie de la cruz, María nos recuerda el gozo de haber sido reconocidos como sus hijos, y su Hijo Jesús nos invita a traerla a casa, a ponerla en medio de nuestra vida. Ella nos quiere regalar su valentía, para estar firmemente de pie; su humildad, que la hace adaptarse a las coordenadas de cada momento de la historia", dijo entonces el Papa.