Los obispos de Costa Rica rechazaron la decisión de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) de dar libre acceso a las mujeres a la pastilla o píldora abortiva del día siguiente; y recordaron que la vida humana es sagrada y "nadie puede atribuirse el derecho de matar".
Así lo indicaron los prelados en un comunicado titulado "Apertura a la vida" del 5 de mayo, publicado luego que la CCSS anunció que las mujeres que lo requieran podrán acceder libremente a la pastilla o píldora del día después. Hasta ahora solo se entregaba a víctimas de violación.
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Según informa el diario costarricense La Nación, cuando una mujer requiera en la CCSS la pastilla del día después, el funcionario que la reciba en el centro de salud deberá indagar sobre si hubo violación o no. De darse el caso se activa el protocolo de atención a las víctimas, que se realiza en las primeras 72 horas tras la agresión.
Asimismo, se consultará a la mujer si utiliza algún método anticonceptivo. De no hacerlo, se le sugerirá uno para uso regular, además de la píldora del día después o anticoncepción de emergencia.
Si la mujer que solicita la píldora ya la ha usado antes, deberá recibir consejería y una consulta integral de anticoncepción.
La ginecóloga de la CCSS, Angélica Vargas Campos, afirmó que "estos medicamentos no son abortivos. Como parte de la educación, es necesario decir que impiden la concepción, pero no malogran una concepción ya realizada".
Sin embargo, la Food and Drug Administration (FDA), la agencia del Gobierno de Estados Unidos que supervisa alimentos y medicinas, precisa en su sitio web que la píldora del día siguiente, anticoncepción oral de emergencia (AOE) o plan B "puede prevenir que un óvulo fecundado se anide en el útero (implantación)".
En su comunicado, los obispos afirmaron que "solo Dios es Señor de la vida desde su comienzo hasta su término: nadie, en ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente".
Los obispos expresaron su preocupación por el hecho de que el gobierno promueva esta píldora abortiva, ya que tiene "un mecanismo de tipo predominantemente 'antianidatorio', es decir, que impide que el eventual óvulo fecundado, que es un embrión humano, se implante en la pared uterina".
Los prelados costarricenses también indicaron que "en momentos en que las autoridades sanitarias y el país entero libramos una dura batalla por la vida contra la pandemia provocada por el COVID-19, la Caja Costarricense de Seguro Social sorprende con el anuncio del acceso libre a la anticoncepción de emergencia en sus centros de salud".
Los obispos alentaron al personal de salud a ejercer su derecho a la objeción de conciencia y recordaron que el Papa Francisco, en su exhortación Amoris laetitia afirma que "la Iglesia rechaza con todas sus fuerzas las intervenciones coercitivas del Estado en favor de la anticoncepción, la esterilización e incluso del aborto".
Los prelados también expresaron su preocupación por el descenso de la natalidad en Costa Rica ya que esto "pone en riesgo el futuro de la sociedad. En años venideros, seremos uno de los países de América Latina con más adultos mayores que niños. Los efectos de la pandemia están provocando, ahora mismo, estragos en el país, y las cifras de muerte podrían ser más catastróficas".
"Una vez más, nuestro llamado de apertura a la vida en todas sus etapas, desde la concepción hasta su fin natural. Basta ya de políticas que van en contra de los valores que han caracterizado a nuestra nación", concluyeron.