La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), señaló que el Obispo de la Diócesis de Butembo-Beni, al este de la República Democrática de El Congo, denunció la incapacidad del gobierno para frenar el avance del terrorismo islámico, que está devastando los hogares.
Mons. Paluku Sikuli Melchisédech dijo que denuncia la naturaleza totalmente ineficaz de la misión del mantenimiento de la paz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Además, denuncia al gobierno ante los perpetuos y constantes conflictos que nunca han sido resueltos en el país. Para el Prelado, el Estado es débil o es cómplice del terrorismo islámico.
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Explicó que la situación es crítica, pues los terroristas islámicos expulsan a las poblaciones autóctonas de sus hogares y los traficantes explotan los recursos minerales del país sin impedimento alguno del gobierno, señaló ACN.
Señaló que la Conferencia Episcopal Nacional Congoleña calcula que hay "más de 6 mil muertes en Beni desde 2013 y más de 2 mil en Bunia solo en 2020. Además, hay al menos 3 millones de desplazados y unas 7.500 personas secuestradas".
Para Mons. Sikuli "existe un proyecto a gran escala de islamización o expulsión de las poblaciones autóctonas". "Cuando hace veinte años fui consagrado obispo, ya se hablaba de la 'balcanización' de la región, y considero que la expresión sigue siendo válida", afirmó.
ACN señaló que el principal grupo rebelde en el país, llamado Fuerzas Democráticas Aliadas, no se reivindica como organización islámica; sin embargo, el Prelado dijo que la realidad es distinta, pues los sobrevivientes de los secuestros confirman el vínculo con el islamismo.
"Todos los que han sido secuestrados por ese grupo terrorista y han sobrevivido cuentan la misma historia: se les dio a elegir entre la muerte y la conversión al islam. Se les imponen nombres musulmanes para borrar su identidad", señaló.
Además, reportó un número mayor de mezquitas construidas en el país. "Incluso aquellos que no han vivido esa experiencia traumática en la diócesis pueden comprobar que las mezquitas están surgiendo por todas partes", agregó.
Mons. Sikuli considera que en el pasado "Muammar Gaddafi fue muy generoso en lo que respecta a la construcción de mezquitas"; sin embargo, "ahora son otras fuentes de financiación las que hacen posible la construcción de estos lugares de culto".
Señaló que los grupos terroristas islámicos se autofinancian desarrollando "actividades muy lucrativas", que consisten sobre todo en la explotación ilegal de los recursos naturales del país.
"¡Está claro que la islamización no es su única motivación! Esta región tiene abundantes recursos naturales que son explotados ilegalmente", afirmó.
"¿Cómo explicarse si no las refinerías de coltán sitas en Ruanda, a pesar de que ese país no dispone de dicho recurso? Este raro mineral se extrae en nuestro país y se envía a través de la frontera de forma ilegal. Y yo no veo que el Gobierno congoleño reaccione ante esto", agregó.
La fundación pontificia reportó que desde inicios de abril se están produciendo "una ola de manifestaciones, a veces violentas para denunciar la inseguridad" que sacude El Congo. Para Mons. Sikuli la protesta es justificada, pues tienen el derecho de exigir la paz y el respeto de sus derechos humanos vulnerados.
"No podemos pedirle a la gente que está siendo asesinada como si fueran animales que se calle y no haga nada. Están en su derecho de exigir seguridad, están en su derecho de exigir libertad, pero nosotros simplemente queremos que lo hagan respetando la ley, en paz, no con violencia", subrayó.
El Prelado dijo que no corre riesgo de hablar sobre estos temas en los medios, pues la Iglesia Católica en El Congo "no se ve afectada en este sentido" al ser una entidad que impulsa el desarrollo del país.
La Iglesia "ha hecho tanto por la construcción del país, ¡y gestiona tantas escuelas y hospitales! El Congo no sería el Congo sin la Iglesia. Así que tenemos la suerte de poder hablar con total libertad", concluyó.