En una entrevista publicada en el diario La Razón, el Cardenal Joseph Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, advirtió del peligro de transformar la liturgia en “espectáculo” y disponer de ella según el capricho.
“De este modo acabamos corrompiéndola”, precisó el Purpurado al ser interrogado por Renzo Giacomelli.
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Cuando el periodista cuestionó su severidad “con quien utiliza la liturgia de manera sólo comunicativa”, el Purpurado alemán precisó que “la liturgia es comunicativa y pastoral”.
“Me opongo a quienes piensan que sólo es comunicativa si se transforma en espectáculo, en una especie de ‘show’, reduciendo a muy poco esa gran obra de arte que es la liturgia, cuando se celebra bien y con participación interior. Los fieles no se sienten involucrados en celebraciones ‘creativas’ que no les dicen nada”, añadió el Prefecto.
Asimismo, lamentó que “con demasiada frecuencia se trata la liturgia como una cosa de la que uno puede disponer según su capricho, como si fuera nuestra propiedad exclusiva. Pero de este modo acabamos corrompiéndola”.
Dificultad para creer
En otro momento de la entrevista, el Cardenal expresó su preocupación por los problemas más serios que atraviesa la Iglesia en la actualidad entre los que mencionó la “actual dificultad para creer”.
“El relativismo ya es espontáneo para el ser humano de nuestro tiempo. Hoy en día parece un gesto de soberbia, incompatible con la tolerancia, pensar que hemos recibido realmente la verdad del Señor”.
“Sin embargo –señaló el Purpurado-, parece que para ser tolerantes tienen que considerarse iguales a todas las religiones, a todas las culturas. En este contexto, creer es un acto que se hace cada vez más difícil. Se asiste de este modo a la pérdida silenciosa de la fe, sin grandes protestas, en gran parte de la cristiandad. La tolerancia no es indiferencia, sino amor y respeto por el otro, y ayuda recíproca en el camino de la vida”, concluyó.