Doce personas, entre ellas tres clérigos católicos, han sido detenidas por ser posiblemente culpables del ataque al obispo electo de la Diócesis de Rumbek en Sudán del Sur, Mons. Christian Carlassare.
La noche del 25 de abril, desconocidos dispararon contra Mons. Carlassare, que se encontraba en su habitación en el edificio donde viven los sacerdotes de la Catedral de la Sagrada Familia de la Diócesis de Rumbek.
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Mons. Carlassare, misionero comboniano italiano de 43 años, recibió disparos en sus piernas y fue trasladado a un centro de salud en Rumbek para recibir atención inmediata. Luego fue llevado a la capital de Kenia, Nairobi, para recibir tratamiento especializado.
Fuentes locales indicaron a ACI África – agencia del Grupo ACI – que tres miembros del clero de la diócesis de Rumbek se encuentran entre los detenidos en la investigación del ataque a Mons. Carlassare.
Una de las fuentes indicó que los oficiales de seguridad que manejan la investigación del caso están analizando un celular encontrado en la escena del crimen.
"Cuando los dos hombres dispararon contra el obispo electo, uno de ellos dejó caer su teléfono. Es este teléfono que la seguridad usó para encontrar a los presuntos culpables", indicó la fuente.
Además, señaló que las 12 personas detenidas, entre ellos "laicos importantes de la diócesis", fueron arrestados por su relación con la "evidencia física del teléfono celular encontrado donde el Obispo electo fue disparado".
Las detenciones de los sospechosos siguen la directiva del presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, que pidió una "investigación expedita que conduzca a la aprehensión y enjuiciamiento legal de los criminales que perpetraron este crimen".
En su declaración del 16 de abril, el presidente indicó que la noticia del ataque a Mons. Carlassare le ha causado consternación y señaló que "el reprobable acto de violencia" es inaceptable.
"Si aquellos que llevaron a cabo este acto vergonzoso lo hicieron para intimidar a la Iglesia, están lamentablemente equivocados", indicó Kiir. Mons. Carlassare "fue elegido para dirigir y las autoridades de Lake State lo apoyarán y no permitirán que la acción de unos pocos criminales afecte los planes de la autoridad eclesiástica", agregó.
"Oro para que Dios fortalezca la fe de Mons. Carlassare en servir a nuestra gente y pueda regresar a su rebaño con una determinación renovada de servir a los fieles de la Diócesis. Le deseo una pronta recuperación", señaló.
El vicegobernador del estado de los Lagos, Poth Madit, confirmó a ACI África que algunas personas han sido detenidas y que esperan tener pronto información sustancial sobre el caso.
Madit calificó el ataque al obispo electo como un "incidente aislado" perpetrado por un grupo de criminales cuya red ya ha sido establecida y resaltó que actualmente están interrogando a algunas personas de la Iglesia.
En una declaración del 26 de abril, el liderazgo de la Comisión de Derechos Humanos de Sudán del Sur (SSHRC) condenó el ataque a Mons. Carlassare y señaló que el obispo electo era el "único objetivo del ataque".
"La Comisión condena este acto de barbarie en los términos más enérgicos posibles e insta tanto al Estado como al Gobierno Nacional a instituir un comité de investigación para llevar a cabo una investigación exhaustiva con el objetivo de encontrar a los culpables", señaló.
Además, pidió a los fieles mantener la calma y señaló que como institución vigilarán "de cerca la investigación".
Antes de partir para el hospital en Kenia, Mons. Carlassare instó a los fieles a perdonar a los autores del ataque y pidió oraciones por la diócesis.
"Oren por mí y oremos todos por la Diócesis de Rumbek para que Dios tenga misericordia de nosotros", pidió. "También debemos perdonar a quienes cometieron este tipo de acciones", agregó.
El obispo electo animó a estar "unidos en la oración" y confiar en el Señor y agradeció "a los médicos, sacerdotes y personas de la Iglesia por estar conmigo durante este momento de sufrimiento".
Asimismo, aseguró a sus misioneros combonianos que se encuentra bien y los invitó a "rezar especialmente por la gente de Rumbek que está sufriendo".
Traducido y adaptado por Harumi Suzuki. Publicado originalmente en ACI África.