El Cardenal Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesia Orientales, participó en una celebración litúrgica por los 106 años del genocidio armenio y dijo que este hecho, conocido en Armenia como "El Gran Mal", es "una mancha en la historia de toda la humanidad".
Así lo indicó el cardenal argentino en la homilía que pronunció el sábado 24 de abril durante la Divina Liturgia celebrada en el Pontificio Colegio Armenio en Roma para conmemorar el aniversario del genocidio armenio o Metz Yeghern (Gran Mal o Gran Crimen) como se le llama en Armenia.
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Se conoce como genocidio armenio al asesinato de más de un millón y medio de cristianos de esta nacionalidad perpetrado por el Imperio Turco Otomano entre 1915 y 1923.
La masacre comenzó el 24 de abril de 1915 cuando las autoridades otomanas detuvieron a 235 miembros de la comunidad de armenios en Constantinopla, la actual Estambul. La cifra de detenidos subió a 600 los siguientes días.
Más adelante, el gobierno turco ordenó la expulsión de toda la población armenia, que tuvo que caminar cientos de kilómetros por el desierto, sufriendo hambre, sed, pérdidas de vidas humanas, robos y violaciones por parte de los gendarmes musulmanes que debían protegerlos, a menudo en combinación con bandas de asesinos y bandoleros.
El 12 de abril del 2015, el Papa Francisco celebró una Misa especial en la Basílica de San Pedro, a la que asistieron miles de fieles para conmemorar los 100 años del genocidio. Poco más de un año después, en junio de 2016, el Santo Padre reconoció el "gran mal" del genocidio de los armenios.
La Misa generó la protesta del gobierno turco que llamó a su embajador a consulta. Sin embargo, otras instituciones como el Parlamento Europeo respaldaron al Santo Padre y exigieron a Turquía que reconozca el genocidio armenio.
El 12 de diciembre de 2019 el Senado de Estados Unidos también aprobó una resolución que reconoce el genocidio armenio, luego de varios intentos que habían sido bloqueados por la Casa Blanca.
En la Divina Liturgia del sábado, el Cardenal Sandri recordó que Armenia es considerada la primera nación cristiana. Este pueblo, dijo, sufrió "una terrible violencia hasta la muerte" pero supo levantarse de nuevo.
Según informa Vatican News, el Cardenal dijo que Armenia es un "pueblo laborioso e inteligente, creador de arte y cultura", un pueblo de santos como Gregorio de Narek, proclamado por el Papa Francisco en febrero de 2015 como Doctor de la Iglesia, que "iluminó a la humanidad mucho más allá de las fronteras del territorio armenio".
El Purpurado indicó que el genocidio armenio "nos obliga cada día a enfrentarnos a la cuestión del mal dentro de la historia de la humanidad".
"Y sobre todo dentro de nuestra historia personal, cuando cedemos a los compromisos de la tentación, cuando dejamos de escuchar la Palabra de Dios, cuando somos indiferentes a nuestros hermanos o, peor aún, tratamos de hacerles mal en lugar de multiplicar las bendiciones y el bien hacia ellos", continuó.
"El Gran Mal interroga a nuestros pequeños males cotidianos, porque los grandes acontecimientos negativos van siempre precedidos de una prehistoria de anestesia progresiva de la conciencia", dijo el prefecto.
El Purpurado dijo que "la tragedia de hace 106 años fue una mancha en la historia de toda la humanidad, no solo de quienes fueron los protagonistas negativos de aquellos días o de quienes por indiferencia o complicidad guardaron silencio".
"Los que sufrieron la violencia, a través de sus descendientes, no han perdido el tesoro de la fe y siguen aquí, como nosotros hoy, proclamándola y celebrándola", agregó.
Como los judíos asesinados durante el Holocausto en la Segunda Guerra Mundial se preguntaban dónde estaba Dios, el Cardenal Sandri dijo que "también nosotros podríamos preguntarnos lo mismo ante el sufrimiento sistemáticamente planificado del pueblo armenio".
"Sin embargo, antes de cualquier camino hacia una respuesta, estamos llamados a añadir otra pregunta, válida entonces como ahora: ¿Dónde está el hombre? ¿Dónde estás hombre, dónde está tu corazón, creado para el bien, pero tan capaz de albergar sentimientos de odio hasta el punto de querer exterminar a tus hermanos y hacerlo realmente?", cuestionó.
El prefecto señaló que la misericordia de Dios siempre se hace presente ante el mal.
"El Evangelio nos consuela pensando que los hijos e hijas del pueblo armenio, víctimas del intento de exterminio hace 106 años, son 'amigos de Dios', configurados a la existencia misma de Jesús", afirmó.
Finalmente el Cardenal Sandri resaltó que "la vida de nuestros hermanos fue como la de Jesús, un grano de trigo que cayó a la tierra y al morir dio vida al mundo entero, salvándolo: su fruto permanece, y somos nosotros en el mundo quienes celebramos este día en la fe".