La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) aseguró en su último informe mundial sobre libertad religiosa que los países en África corren un grave riesgo por el ingreso de extremistas islamistas y sus ideologías.
El Informe de Libertad Religiosa en el mundo fue presentado el 20 de abril y comprende el periodo 2018-2020. El documento señala que el 67% de la población mundial, cerca de 5.200 millones de personas, viven en países donde hay graves violaciones de la libertad religiosa.
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El director de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa de ACN, Mark von Riedemann, indicó que en "África subsahariana se dan las condiciones adecuadas para la infiltración de las ideologías islamistas".
"Generaciones de pobreza, corrupción, violencia preexistente entre comunidades de pastores y agricultores por los derechos de las tierras (agravada por las consecuencias del cambio climático), y estructuras estatales débiles se han convertido en caldo de cultivo de jóvenes marginados y frustrados", agregó.
En una nota sobre los antecedentes de África, von Riedemann indicó que los innumerables desafíos que enfrentan el pueblo de Dios en los países africanos constituyen "una oportunidad para que extremistas al acecho los recluten con promesas de riqueza y poder, y de ayudarles a derrocar a las autoridades corruptas".
"Extremistas islamistas con experiencia en combate se han trasladado hacia el sur desde las llanuras de Irak y Siria para unirse a grupos criminales locales de los países subsaharianos", resaltó.
Von Riedemann agregó que la violencia en el continente es terrible, donde "se obliga a los niños a unirse a las filas como niños soldados, se utiliza la violación como arma de guerra y se decapita en masa a los varones (tanto musulmanes como cristianos) que se atreven a negarse a unirse a los yihadistas".
Además, indicó que la investigación realizada por el Proyecto de Localización y Datos de Conflictos Armados reveló que "el número de personas asesinadas por grupos armados en Burkina Faso, Camerún, Chad y Mali entre enero y mediados de abril de 2020 era más del doble en comparación con el mismo período de 2019".
"En Burkina Faso, en febrero de 2020, los grupos terroristas habían obligado a desplazarse a 765 mil personas, frente a las 65 mil de los doce meses anteriores", señaló.
Von Riedemann agregó que los insurgentes son muchas veces mercenarios "movidos por el afán de lucro o combatientes locales que buscan intereses particulares en su zona" que han sido incitados por "predicadores que profesan una ideología yihadista salafista".
Los yihadistas "atentan contra autoridades estatales, el ejército y la policía, además de contra civiles, entre los que se cuentan líderes de los pueblos, profesores (amenazados por impartir planes de estudios laicos), representantes musulmanes y cristianos, y fieles", subrayó.
Von Riedemann indicó que las fuentes de financiamiento de los grupos terroristas armados proceden "fundamentalmente del saqueo, la extorsión, el tráfico de seres humanos y drogas, y el secuestro".
Asimismo, señaló que "los cristianos tienden a convertirse cada vez más en un objetivo específico de los terroristas que pretenden eliminar el pluralismo social y religioso característico de la región".
Según los datos del Centro de Estudios Estratégicos de África, la amenaza de los grupos islámicos "no es monolítica, sino que abarca una mezcla en constante cambio de alrededor de dos docenas de grupos que operan activamente (y cada vez cooperan más) en 14 países".
Von Riedemann resaltó que actualmente los yihadistas en Mozambique "proclaman haber establecido 'provincias del califato' en las Comoras, el norte de Madagascar y, a través del océano Índico".
Según los datos del Instituto Danés para los Estudios Internacionales, Von Riedemann indicó que el yihadismo transnacional con "sus dos organizaciones principales, Al Qaeda y el Estado Islámico, rara vez inician nuevos conflictos".
"En su lugar, aprovechan las reivindicaciones locales, establecen vínculos con grupos marginados de la sociedad y, a largo plazo, transforman lo que inicialmente podía haber sido un conflicto por causas étnicas o políticas en una lucha armada inserta en un marco religioso", resaltó.
Von Riedemann indicó que el islamólogo francés, Olivier Hanne, señaló en una entrevista de 2020 que en los próximos cinco años continuará la "expansión territorial de los grupos terroristas armados".
"Después de expandir su dominio sobre el Sáhara musulmán, los lugares donde conviven cristianos y musulmanes son los próximos objetivos […] En los próximos cinco años, los estados africanos seguirán necesitando el apoyo de Occidente para evitar la catástrofe", concluyó.
Traducido y adaptado por Harumi Suzuki. Publicado originalmente en ACI África.