Mons. Luis Argüello, portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE) aseguró que las relaciones que mantienen con el Gobierno de España son de "preocupante discrepancia" con la propuesta antropológica que el gobierno pretende implantar a través de la aprobación de leyes como la de la eutanasia, la de libertad de conciencia o la ley de educación.
Mons. Argüello explicó que aunque en las actividades ordinarias con los Ministerios del gobierno de España las relaciones son "cordiales y constructivas", en lo que respecta a las iniciativas legislativas del gobierno tienen una "preocupante discrepancia".
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El gobierno de España está presidido por Pedro Sánchez y formado por una coalición entre el PSOE (socialistas) y Podemos (de extrema izquierda).
"Ante el programa legislativo (del Gobierno de España) tenemos una preocupación, porque vamos viendo cómo se asienta una propuesta antropológica", explicó.
Y detalló leyes recientes en las que se manifiesta esa propuesta antropológica del gobierno como la ley de educación o ley Celaá, que elimina la asignatura de religión y menosprecia a la escuela concertada; la ley de eutanasia que permite finalizar la propia vida; o la ley del menor.
Así como otras leyes que también se ha anunciado su próxima aprobación como la ley de transexualidad, por la que menores podrían cambiar de sexo sin el consentimiento de los padres, o la de ampliación de la ley del aborto, que permitiría someterse a abortos sin conocimiento de los progenitores.
"Ciertamente esta propuesta nos preocupa y por eso, las relaciones con el gobierno y su propuesta legislativa son de desencuentro", declaró.
Ley de libertad de conciencia
El portavoz de la CEE también habló sobre la ley de Libertad de Conciencia que figura en el pacto de gobierno entre PSOE y Podemos y que pretende desarrollar un Estado aconfesional.
Según destacó se trata de una cuestión de la que han hecho llegar su preocupación al gobierno de España porque "reducir la libertad religiosa a una cuestión de solo conciencia seguramente haga juego con una propuesta general de privatizar la vida de la fe, o encerrar el ejercicio de la propia fe en el seno de la conciencia o en la sacristía de cada templo".
Algo que "no ayuda a caer en la cuenta de que la libertad religiosa, que sin duda tiene que ver con la conciencia, tiene también que ver con la pertenencia a un pueblo, tiene que ver con la iluminación de la razón y la capacidad de juicio sobre los hechos cotidianos y con la expresión de fe. No sólo en el culto sino en la presencia pública de lo que significa la fe vivida por un pueblo por parte de los propios los creyentes".
Y por eso aseguró que a los Obispos de España "les preocupa" esta ley que pretende una "reducción de lo religioso al ámbito de lo privado, de la conciencia sin manifestación pública o de la sacristía, sin calle y sin tejido social".