Con ocasión del mes de Ramadán 2021, que este año inició el 13 de abril, el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso instó a los musulmanes de todo el mundo a ser portadores, testigos y constructores de esperanza.
"Nosotros, cristianos y musulmanes, estamos llamados a ser portadores de esperanza para la vida presente y futura, y a ser testigos, constructores y reparadores de esta esperanza, especialmente para aquellos que padecen dificultades y desesperación", indicó el mensaje vaticano firmado el 29 de marzo y difundido este 16 de abril.
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En el mes de Ramadán los musulmanes conmemoran la revelación del Corán a Mahoma. Durante el mes de su duración, cuyo inicio y final viene marcado por el noveno mes del calendario lunar, los musulmanes deben purificarse mediante el ayuno, uno de los cinco pilares del islam. Este año concluirá el 12 de mayo.
En el mensaje titulado "Cristianos y musulmanes: testigos de esperanza", el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso envió "buenos deseos fraternales para un mes rico en bendiciones divinas y en crecimiento espiritual" y resaltó que "el ayuno, la oración, la limosna y otras prácticas piadosas nos acercan a Dios nuestro Creador y a todos aquellos con los que vivimos y trabajamos, ayudándonos a seguir el camino por la senda de la fraternidad".
"Durante estos largos meses de sufrimiento, angustia y dolor, especialmente en los periodos de confinamiento, hemos percibido la necesidad de la asistencia divina, y de expresiones y gestos de solidaridad fraterna, como una llamada telefónica, un mensaje de apoyo y consuelo, una oración, ayuda para comprar medicinas o alimentos, consejos y, en pocas palabras, la seguridad de saber que alguien está a nuestro lado en los momentos de necesidad", indicó el texto.
En esta línea, el mensaje subrayó que "la ayuda divina, necesaria y buscada sobre todo en circunstancias como la actual pandemia, es múltiple: la misericordia divina, el perdón, la providencia y otros dones espirituales y materiales. Y, sin embargo, lo que más necesitamos en estos días es la esperanza".
Por ello, el texto vaticano recordó que "la esperanza incluye el optimismo, pero va más allá. El optimismo es una actitud humana, mientras que la esperanza está arraigada en algo religioso: Dios nos ama y por eso nos cuida con su Providencia, a través de sus misteriosos caminos, que no siempre son comprensibles para nosotros".
En este sentido, el mensaje describió que la esperanza "surge de nuestra convicción de que los problemas y las pruebas tengan un significado, un valor y un propósito, por muy difícil o imposible que nos resulte entender la razón o encontrar una salida" y alentó a conservar "la convicción de la bondad que hay en el corazón de cada persona" así como a oponerse a todo pensamiento y actitud perjudicial "para reforzar la esperanza en Dios y la confianza en todos nuestros hermanos".
Por último, el texto recordó la reciente encíclica del Papa Francisco Fratelli tutti en la que el Santo Padre anima a caminar juntos con esperanza.
"Como signo de fraternidad espiritual, les aseguramos nuestras oraciones, expresando nuestros mejores deseos de un Ramadán pacífico y fructífero y un alegre 'Id al-Fitr", concluyó el texto del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso.