Este 15 de abril la Iglesia en Haití se unirá en una jornada de oración, con Misas y repique de campanas, ante la grave situación de inseguridad y lo que han denominado la "dictadura del secuestro", cuyo último episodio ha sido el rapto de al menos 10 personas, entre las que están cinco sacerdotes y dos religiosas.
La convocatoria fue realizada por la Conferencia Episcopal de Haití en un comunicado publicado el 13 de abril. "Pedimos que todas las campanas de las iglesias suenen el jueves 15 de abril al mediodía. Pedimos que en las misas celebradas en todas las iglesias recen para pedirle a Dios un cambio para Haití", alentaron los obispos.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Los obispos también solicitaron "a las escuelas católicas, escuelas religiosas, universidades y todas las demás instituciones católicas que observen la interrupción de las actividades el 15 de abril. Pedimos a los sacerdotes, religiosos, trabajadores pastorales que acompañen y mantengan al pueblo de Dios en la esperanza como quiere el Papa Francisco".
Según la agencia vaticana Fides, la jornada incluye una Misa al mediodía en la iglesia de Saint-Pierre en el barrio de Pétionville, en la capital Puerto Príncipe, con la asistencia de todos los obispos del país.
Los obispos convocaron a esta jornada de oración luego que el 11 de abril, Domingo de la Divina Misericordia, fueron secuestrados cinco sacerdotes, dos religiosas y tres laicos en la localidad de Croix-des-Bouquets, cerca de Puerto Príncipe.
Los secuestrados se dirigían a la parroquia de Galette Chambon para participar en la toma de posesión del nuevo párroco.
Los sacerdotes secuestrados son el P. Michel Michel Briand, de nacionalidad francesa; el P. Jean Nicaisse Milien, el P. Joël Thomas, el P. Evens Joseph y el sacerdote de la Arquidiócesis de Cap-Haitien y estudiante de medicina, P. Jean-Hugues Baptiste.
Las dos religiosas secuestradas son la hermana francesa de la Congregación de la Providencia de Pommeraye, Agnès Bordeau; y la hermana de la Congregación de las Hermanitas del Niño Jesús, Anne Marie Dorcelus.
La policía local informó que el rapto sería obra de la banda armada "400 Mawozo", y señaló que los secuestradores exigen un millón de dólares por el rescate.
Ante la actual "dictadura del secuestro", la CEH dijo en su comunicado que "no debemos dejar el poder de matar, violar y secuestrarnos a los bandidos. Debemos unirnos en la oración para obtener un país mejor".
Con la interrupción de actividades y la oración en la Iglesia en el país más pobre de América, los obispos esperan "sacudir la conciencia nacional e instar a las autoridades a considerar y atender con la cuestión de los secuestros".
La grave situación en Haití también llevó a la dimisión del gabinete del presidente haitiano, Jovenel Moise.
En su cuenta de Twitter, Moise escribió este miércoles que "la dimisión del gobierno, que he aceptado, permitirá concentrarnos en el problema creciente de la inseguridad y seguir los diálogos para lograr el consenso necesario para la estabilidad política e institucional de nuestro país".
Tras la dimisión, Moise designó como nuevo primer ministro interino a Claude Joseph, que sucede en el cargo a Joseph Joute.
Según informa France24, la crisis política se agravó cuando en 2019 no se pudo realizar las elecciones, por lo cual la oposición no reconoce a Moise.
El mandatario prepara la realización de elecciones legislativas y presidenciales para septiembre, con lo que se busca apaciguar las protestas en la capital, exacerbadas por la pobreza y la pandemia.
La violencia e inestabilidad también han llevado a muchos a buscar refugio en la vecina República Dominicana, donde se calcula viven ya unos 500 mil haitianos.
En marzo de este año el gobierno dominicano anunció la construcción de un muro de 400 kilómetros en la frontera con Haití para un mayor control de la inmigración.