En el mensaje que hoy se dio a conocer con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) 2004, el Papa Juan Pablo II invitó a los jóvenes a hacer silencio interior, y descubrir que “sólo el encuentro con Jesús podrá dar sentido pleno a vuestra vida”.
El Pontífice dijo a los jóvenes que “todos los bienes de la tierra, todos los éxitos profesionales, el mismo amor humano que sueñan, nunca podrán satisfacer plenamente sus expectativas más íntimas y profundas” en su mensaje por la JMJ a realizarse –como es tradición- el próximo Domingo de Ramos en Roma.
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En su mensaje por la 19º edición de la JMJ, que tiene como tema la petición realizada por algunos “griegos” a los apóstoles: “Queremos ver a Jesús” (Jn 12,21), el Santo Padre dijo que “el deseo de ver a Dios habita en el corazón de cada hombre y de cada mujer. Queridos jóvenes, dejaos mirar en los ojos de Jesús para que crezca en vosotros del deseo de ver la Luz, de gustar el esplendor de la Verdad”.
“¿También vosotros queréis, queridos jóvenes, contemplar la belleza de este Rostro? Esta es la pregunta que os dirijo en esta Jornada Mundial de la Juventud 2004”, escribió el Papa.
“No respondáis con demasiada prisa. Antes que nada, pensad en silencio. Dejad que surja de lo más profundo del corazón este ardiente deseo de ver a Dios, un deseo que a veces es sofocado por los ruidos del mundo y por las seducciones del placer. Dejad que nazca este deseo y experimentaréis la maravilla del encuentro con Jesús”, añadió Juan Pablo II en su mensaje fechado el pasado 22 de febrero, fiesta de la Cátedra de San Pedro.
El Pontífice pidió a los jóvenes no dejarse “distraer en esta búsqueda”. “Perseverad en ella porque está en juego vuestra plena realización y vuestra alegría”.
“Si aprendéis a descubrir a Jesús en la Eucaristía, lo sabréis descubrir también en vuestros hermanos y hermanas, en particular en los pobres. La Eucaristía recibida con amor y adorada con fervor es una escuela de libertad y de caridad para realizar el mandamiento del amor”, agregó el Papa.
Tras recordar que al final del Año Santo de la Redención de 1984 entregó a los jóvenes una gran Cruz de madera, que “desde entonces ha recorrido diversos países, en preparación para las Jornadas Mundiales”, el Papa afirmó que “este año, en el XX aniversario de aquel evento, la Cruz será acogida solemnemente en Berlín. Desde allí, peregrinando por toda Alemania llegará a Colonia el año que viene”.
“Vuestros coetáneos esperan que seáis los testigos de Aquel que habéis encontrado y que os hace vivir. Sed testigos intrépidos del amor más fuerte que la muerte en las realidades de la vida cotidiana. ¡Vosotros debéis recoger este desafío! Poned vuestros talentos y vuestro ardor juvenil al servicio del anuncio de la Buena Nueva. Sed los amigos entusiastas de Jesús que presentan al Señor y a cuantos desean verlo, sobre todo a cuantos están más lejos de El. Sentíos responsables -concluyó- de la evangelización de vuestros amigos y de todos vuestros coetáneos”.
> Lea o baje a su computador el texto completo del Mensaje del Papa Juan Pablo II para la XIX Jornada Mundial de la Juventud 2004.