El Papa Francisco condenó los actos de violencia que han sucedido en las últimas semanas en la región del Pacífico y el suroccidente de Colombia, que integra los departamentos de Valle del Cauca, Cauca y Nariño, y expresó su cercanía a las comunidades afectadas.
Desde hace dos semanas ocurren enfrentamientos entre facciones guerrilleras disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) por el control del narcotráfico en Nariño, en la frontera entre Colombia y Ecuador.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El diario local El Espectador señala que los habitantes viven atemorizados por el aumento de casos de reclutamiento forzado, masacres y desplazamientos.
Una situación similar sucede en las regiones fronterizas de Arauca (Colombia), y Apure (Venezuela), donde se han producido enfrentamientos entre el ejército venezolano y otro grupo disidente de la guerrilla colombiana.
Como consecuencia de la violencia hay un desplazamiento masivo de migrantes venezolanos a Arauca.
Ante ese panorama, el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolín envió una carta al presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Mons. Óscar Urbina Ortega, en la que transmite el sentir del Papa Francisco.
"Al recibir la triste noticia de los repetidos actos de violencia que sufren los habitantes de la región pacífico suroccidental de vuestro país y sabiendo del empeño de los obispos, sacerdotes, religiosos y laicos en la búsqueda incesante por constituir lazos de paz en la entera región, el Santo padre reitera su firme reprobación a estos episodios de violencia y manifiesta su cercanía a las personas que están en medio de tanto sufrimiento", indica la carta firmada por el Cardenal Pietro Parolin.
"Asimismo, Su Santidad Francisco eleva su oración al Señor y encomienda muy especialmente a su misericordia el eterno descanso de las víctimas, e invocando la maternal intercesión de la Santa Madre de Dios, les imparte de corazón la bendición apostólica", concluye la misiva con fecha del 29 marzo, y hecha pública este 9 de abril en el sitio web de la Conferencia Episcopal de Colombia.
A inicios de marzo, los obispos del Pacífico y Suroccidente colombiano se refirieron a "las realidades de incertidumbre, pobreza, dolor, muerte y desesperanza, generadas por la confluencia de situaciones de distinto orden que, lastimosamente, percibimos y denunciamos como cada vez más crecientes, tales como el narcotráfico, el incremento de grupos armados, la corrupción, la extorsión, la pérdida de fe y valores, la ineficiencia de amplios sectores públicos y privados y el maltrato a la casa común".
También exhortaron a los gobernantes y a las comunidades a que se unan a trabajar en la búsqueda de "soluciones integrales a corto y mediano plazo que hagan posible la transformación real de esta triste y angustiante realidad".