La magíster Gloria Huarcaya, directora de la Maestría en Matrimonio y Familia de la Universidad de Piura (Perú), explicó cómo la institución familiar ayuda a combatir la pandemia del COVID-19.
Huarcaya dijo a ACI Prensa que las familias durante la pandemia han intervenido en el "cuidado de la vida, atendiendo en primera línea a los enfermos y ancianos, educar y socializar a los niños ante el cierre de las escuelas, y en la solidaridad intergeneracional, ayudando a cubrir las necesidades económicas de nuestros familiares".
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"Además, las familias, especialmente las madres, han contribuido a la estabilidad emocional de sus miembros frente a la incertidumbre del covid; que constituye una ayuda tremendamente eficaz –aunque muchas veces escondida– a toda la sociedad", agregó.
Sobre la ayuda concreta para combatir la pandemia, Huarcaya resaltó que "definitivamente ya lo viene haciendo mediante los cuidados preventivos, la atención a los enfermos en los domicilios, así como el soporte económico que se brinda a quienes han perdido sus trabajos y sus negocios".
La experta explicó a ACI Prensa que hay además "otro tipo de atención muy importante que está reflejada en el fortalecimiento de virtudes en este contexto", como "el optimismo para enfrentar las adversidades, creatividad para generar espacios para compartir, serenidad y tranquilidad ante lo que no se puede controlar, capacidad de trabajo a pesar de las limitaciones, respeto y cuidado del ámbito personal y el acompañamiento espiritual a quienes sufren de manera directa la pandemia".
"Las familias han hecho frente a las crisis sanitaria y económica, incluso con mayor fortaleza que los propios gobiernos", subrayó.
Gloria Huarcaya también destacó que "la pandemia ha resultado ser un asunto familiar y ha expuesto la calidad de las relaciones entre sus miembros. El COVID-19 ha funcionado como una tormenta perfecta que ha fortalecido a las familias funcionales, y ha debilitado a las que ya eran vulnerables".
"La pandemia nos ha llevado a replantear prioridades y darnos cuenta de que, por encima del éxito social o profesional, nos preocupa la vida y la salud de nuestros familiares, pues es allí donde reside el sentido de nuestras vidas, en amar y ser amados de modo incondicional", dijo la experta a ACI Prensa.
En la familia, continuó Huarcaya, se enseña la defensa de la vida "en todas sus etapas, desde la concepción hasta la muerte natural", lo que alienta "el germen de la cohesión social, un elemento indispensable para el desarrollo sostenible. Por eso se dice que cuando hay familias bien cimentadas las sociedades prosperan sobre unos valores sólidos".
Asimismo, la especialista resaltó que "la interacción entre familia y sociedad requiere un reconocimiento político, cultural, empresarial y jurídico, que no se limite a propuestas demagógicas, sino que ofrezca un verdadero reconocimiento y ayudas efectivas para que las familias puedan cumplir sus funciones específicas, que no son sustituibles".
Por eso, "se hace cada vez más urgente que se implemente una 'perspectiva de familia' en las políticas públicas y en las empresariales. Esto significa que todos los programas y ayudas sociales –también las privadas– consideren las estructuras familiares en sus diagnósticos, y los efectos de sus intervenciones en el bienestar familiar".
Es decir, "dejar de considerar a los ciudadanos, como individuos aislados, y empezar a entenderlos como personas integradas a una red familiar, con unas dinámicas y necesidades particulares".
Gloria Huarcaya dijo también que "el estrés emocional que estamos sufriendo a causa del confinamiento, la pérdida del trabajo, la reducción de los ingresos, requiere de nuevos servicios de apoyo a las familias, como la consejería o el acompañamiento familiar".
A estas y otras realidades responde la maestría que dirige en la Universidad de Piura (UDEP), considerando la necesidad de darle a los padres "nuevas herramientas para que sepan enfrentar los desafíos de la educación familiar".
La Maestría en Matrimonio y Familia de la UDEP comenzará el 28 de abril de 2021 de manera virtual.
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Soy esposo desde 2008. Con mi esposa tenemos tres hijos aquí y uno que se fue al cielo en 2023, antes de nacer. Desde que me incorporé a ACI Prensa en 2005, he tenido la oportunidad de cubrir diversos eventos de la Iglesia Católica. Entre ellos, las Jornadas Mundiales de la Juventud en Colonia, Madrid y Río de Janeiro y los viajes apostólicos del Papa Benedicto XVI a México y del Papa Francisco a Corea del Sur. He sido enviado al Vaticano para cubrir los sínodos de la Familia, en 2015; de la Amazonía, en 2019 y el de la Sinodalidad, en 2023. Sigo de cerca la situación de la Iglesia Católica en Nicaragua, que sufre la persecución de la dictadura de Daniel Ortega, así como la actualidad eclesial en la región.
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