Líderes provida de Reino Unido instaron a las autoridades a poner fin al permiso temporal que desde el inicio de la pandemia del COVID-19 permite a las mujeres abortar a sus bebés hasta las 10 semanas de vida, utilizando medicamentos en casa, un hecho que es un "experimento cruel".
El 23 de marzo, All-Party Parliamentary Pro-Life Group organizó un seminario web con representantes políticos para hablar sobre el impacto y riesgos de la medida temporal del aborto en casa.
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En marzo del año pasado, el Departamento de Salud anunció que debido a la pandemia de COVID-19 las leyes de aborto de Inglaterra estaban cambiando para permitir a las mujeres practicarse en sus casas abortos hasta la décima semana de embarazo. En Escocia y Gales se introdujeron cambios similares.
Una nueva coalición de nueve grupos pro-vida llamada Care For Women señaló que más de 70 mil mujeres en Inglaterra y Gales se han sometido desde marzo de 2020 a un aborto en casa con medicamentos, conocido como aborto "DIY", siglas que significan "do it yourself" (hazlo tú misma).
Un aborto con medicamentos, a veces llamado aborto químico, es un proceso que involucra la ingestión de mifepristona y misoprostol. La mifepristona mata de hambre al feto al bloquear los efectos de la hormona progesterona e induce a un aborto espontáneo. El misoprostol induce el parto.
La ley ya permitía a las mujeres tomar el segundo medicamento en casa, después de tomar el primero en una clínica tras una consulta personal con un médico.
Bajo las nuevas medidas, una mujer embarazada que reciba una consulta por video o por teléfono por un médico registrado, puede recibir por correo la mifepristona y el misoprostol, o recoger ambas píldoras abortivas en una clínica.
Catherine Robinson, portavoz de la organización benéfica Right To Life UK, dijo en el seminario que "los datos sobre este cruel experimento con mujeres, sin mencionar a sus bebés, indican que los abortos en casa son peligrosos tanto desde el punto de vista médico como social, y abren paso a abusos graves y coacción".
"A la luz de todos estos peligros, solo un ideólogo que está comprometido con la expansión del acceso al aborto independientemente de las consecuencias, o aquellos que se benefician de la proliferación generalizada del aborto, soñarían de hacer del aborto en casa una característica permanente de la ley en el Reino Unido", agregó.
Los líderes provida dijeron que la medida representaba el mayor cambio en la ley de aborto de Reino Unido desde que se legalizó la práctica en 1967. También criticaron la ausencia de escrutinio parlamentario y consulta pública.
Si bien las nuevas medidas tenían una duración de dos años o hasta el final de la crisis del COVID-19, el Departamento de Salud consultó después la posibilidad de hacerlas permanentes. Se espera que los resultados de la consulta, que finalizó el 26 de febrero, se publiquen a finales de este año.
Según el sitio web de Right To Life de Reino Unido, en el seminario web también participó Kevin Duffy, un ex empleado de Marie Stopes International, uno de los proveedores de abortos más grandes del mundo, que ofreció evidencia que sugiere que no se informaron las complicaciones médicas que surgen de los abortos con medicamentos en el hogar.
Asimismo, Calum Miller, un médico del Servicio Nacional de Salud (NHS) de Reino Unido, dijo que las medidas temporales tienen un impacto en el abuso doméstico contra las mujeres.
Una encuesta realizada en febrero sugirió que al 87% de los médicos generales les preocupaba que las mujeres corrieran el riesgo de sufrir un aborto no deseado como consecuencia del abuso doméstico por parte de sus parejas, que controlan o supervisan sus acciones.
Por su parte, la organización Care For Women señaló en su sitio web que "compartimos una profunda preocupación, no solo por los bebés no nacidos que mueren a causa de estas píldoras, sino por las mujeres que las toman sin ninguna supervisión médica presencial, y a menudo, totalmente solas".
Asimismo, señalaron que la nueva coalición pro-vida busca "exponer y detallar con compasión el verdadero impacto que estas píldoras están teniendo en la salud de las mujeres y la sociedad en general a través de historias, recopilación de datos y debate".
Traducido y adaptado por Cynthia Pérez. Publicado originalmente en CNA.