El Obispo de Ciudad Quesada (Costa Rica), Mons. José Manuel Garita Herrera, invitó a los fieles a mirar en San José un ejemplo de fe y entrega a la voluntad de Dios en medio de las debilidades personales y las dificultades de la vida.
Mons. Garita basó su reflexión en la Carta Apostólica Patris corde (Corazón de padre) escrita por el Papa Francisco con motivo de los 150 años de la declaración de San José como patrono de la Iglesia universal. El Santo Padre también convocó el Año de San José del 8 de diciembre de 2020 al 8 de diciembre de 2021.
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El Prelado dijo que la carta del Pontífice es "un instrumento que nos ayuda a la reflexión y a profundizar" en quien "Dios quiso fuera el custodio de su hijo Jesucristo", y un padre que nos guíe y enseñe con su vida a tener confianza en Dios.
"San José, padre adoptivo de Jesús, es también un padre para nosotros, un padre que nos guía con su testimonio, por medio de la obediencia y la docilidad, de su profunda fe y confianza en el Señor, pues estuvo siempre atento a la voz de Dios para que actuara en su vida", dijo.
Además, recordó que la Solemnidad de San José celebrada por la Iglesia universal el 19 de marzo también es "un impulso para que este año no pase inadvertido", pese a la crisis que aún nos toca afrontar a causa de la pandemia del COVID-19.
Este 2021 "se nos llama a imitar en nosotros las actitudes que tuvo el esposo de la Virgen María, con el fin de caminar teniendo la mirada puesta en el Reino de los cielos, a pesar de las dificultades que podamos tener en nuestra vida", señaló.
Mons. Garita dijo que "a través de la angustia de José pasa la voluntad de Dios, su historia, su proyecto. Así, José nos enseña que tener fe en Dios incluye además creer que Él puede actuar incluso a través de nuestros miedos, de nuestras fragilidades, de nuestra debilidad".
San José nos enseña que "en medio de las tormentas de la vida, no debemos tener miedo de ceder a Dios el timón de nuestra barca. A veces, nosotros quisiéramos tener todo bajo control, pero Él tiene siempre una mirada más amplia", dijo el Prelado, citando la carta del Papa Francisco.
El 150° aniversario de la declaración del santo como patrono de la Iglesia es "motivo de gozo, pues contamos con un modelo en nuestra Iglesia para perseverar en la escucha de la Palabra y para peregrinar con fe viva y esperanza renovada, como lo hizo José en el seno de la familia de Nazaret", dijo.
Uno de los aspectos que Mons. Garita destacó de San José "es su apego y vocación al trabajo", e indicó que "por eso le reconocemos también como patrono de los trabajadores".
El Papa nos recuerda en su carta que "desde la época de la primera Encíclica social, la Rerum novarum de León XIII", se destaca el trabajo como una característica fundamental del santo, dijo.
"San José era un carpintero que trabajaba honestamente para asegurar el sustento de su familia. De él, Jesús aprendió el valor, la dignidad y la alegría de lo que significa comer el pan que es fruto del propio trabajo", explicó Mons. Garita, citando las palabras escritas por el Santo Padre.
En ese sentido, recordó que todos "estamos llamados a valorar el trabajo", y reiteró que "la sociedad debe comprender que el ser humano es el verdadero fundamento del trabajo".
Al respecto, el Prelado recordó el aumento del desempleo debido a la pandemia, que "afecta a tantos hermanos y hermanas".
"Invocamos a San José, para que tantas personas que hoy están sin la posibilidad de trabajar, puedan encontrar el camino para ganarse de forma digna el sustento de cada día", dijo. "Imploremos a San José obrero para que encontremos caminos que nos lleven a decir: ¡Ningún joven, ninguna persona, ninguna familia sin trabajo!", subrayó.
Finalmente, el Prelado llamó a reflexionar "no solo este año, sino siempre" sobre la figura de San José, "modelo de creyente fiel que supo identificar y cumplir la voluntad del Señor".
"Pidamos a Dios que este Año de San José nos depare muchos frutos en nuestra vida, en nuestra Iglesia y en nuestro país, sabiendo escuchar la voz de Dios, que quiere para todos la salvación", concluyó.