En un comunicado titulado "Grandes valores humanos", los obispos de Venezuela se manifestaron a favor de la defensa del derecho a la vida y la familia, y expresaron su rechazo a las presiones nacionales e internacionales que buscan aprobar la eutanasia, el aborto y el mal llamado "matrimonio" gay.
En su comunicado del 22 de marzo, los prelados venezolanos resaltaron la importancia de defender el derecho "más fundamental de todos, como lo es el derecho a la vida", ante la pretensión en los últimos años de algunos sectores que buscan "imponer en el mundo entero una mentalidad contraria al derecho a la vida y la integridad de la persona humana y de la familia".
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"Hay grandes campañas publicitarias provenientes de corporaciones internacionales 'poderosas' capaces de invertir inmensas sumas de dinero a fin de imponer, a como dé lugar, legislaciones a favor del aborto, de la eutanasia y de la ideología de género con todas sus implicaciones", denunciaron.
"Lo hacen apelando a un falso concepto de modernidad, inventando 'nuevos derechos humanos' y justificando posturas reñidas con el designio de Dios".
Los obispos alertaron que en Venezuela también hay grupos que siguen esta agenda y que, "aprovechando que todos estamos abrumados por la pandemia del Covid-19, anuncian y promueven consultas, estudio y aprobación de proyectos de leyes tendientes a favorecer la eutanasia y la ideología de género. Con esto, se abren las puertas para lo que llaman la despenalización del aborto".
Los obispos recordaron que en Venezuela "siempre se ha cuidado y defendido la vida humana desde el instante de su concepción hasta el momento de la muerte natural".
"También se ha promovido la unidad de la familia y la dignidad de los seres humanos, creados por Dios a su imagen y semejanza, varón y hembra (Cf. Gén. 1,27). Y se mantiene la naturaleza del matrimonio entre un hombre y una mujer", como lo indica el artículo 77 de la Constitución Nacional.
Los obispos animaron a los católicos y personas de buena voluntad a unir esfuerzos para "impedir que estas leyes se aprueben en nuestro país", y alentaron a los legisladores a "escuchar la voz de su conciencia y actuar con la sabiduría que proviene del temor de Dios".
"¡Sí a la vida, no a la eutanasia!"
En declaraciones a ACI Prensa, el Arzobispo Emérito de Caracas, Cardenal Jorge Urosa Savino, advirtió sobre un proyecto de ley para aprobar la eutanasia en Venezuela.
El 25 de febrero el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, presentó su memoria ante la asamblea nacional chavista y seis proyectos de ley. Entre ellos uno sobre "muerte digna" para enfermos terminales, lo que abriría las puertas a la eutanasia en el país.
El Cardenal Urosa dijo que "disfrazada como muerte digna, la eutanasia es concretamente terminar la vida de alguien que está en condiciones difíciles, terminales y que decide personalmente –o deciden otros por él–, que ya no deba vivir".
"Ante esta gravísima amenaza para las personas débiles, enfermas y ancianas, absolutamente innecesaria y menos en estos tiempos de pandemia terribles para todos nosotros, es preciso recordar que el derecho a la vida es algo fundamental, inscrito en la naturaleza y en la conciencia de todos los seres humanos".
"La eutanasia es auténtico suicidio, si la promueve el sujeto que la solicita; u homicidio, si la permiten o inducen o exigen otras personas con supuestos derechos legales para decidir tal barbaridad", explicó.
El Cardenal recordó también que el Catecismo de la Iglesia Católica indica en el numeral 2277 que "cualesquiera que sean los motivos y los medios, la eutanasia directa consiste en poner fin a la vida de personas disminuidas, enfermas o moribundas. Es moralmente inaceptable".
"Por estas razones, no es posible aceptar la eutanasia. La Iglesia Católica, defensora de la vida y de los derechos de las personas, la rechaza totalmente. La recta razón, y la conciencia serena y clara indican que la eutanasia es simplemente asesinato o suicidio. Y por eso no la podemos aceptar".
El Arzobispo explicó que "aprobar la eutanasia va en contra de la letra y espíritu de la Constitución nacional vigente. En efecto, en sus artículos 43, y luego 80, 81, 83 al 86, ella indica la obligación del Estado venezolano de defender y proteger el derecho a la vida, a la salud y a los cuidados que deben recibir las personas de alguna manera disminuidas, enfermas o moribundas. Por eso no puede legalizarse la eutanasia".
"Ello requeriría una reforma de la Constitución, aprobada por el pueblo en referéndum nacional. De hecho no ha habido ningún debate abierto sobre el tema con y entre diversos sectores del acontecer nacional: academias, Iglesias, universidades, etc.".
El Cardenal Urosa animó a no dejarse "arrastrar por la funesta corriente mundial de la cultura de la muerte, promovida por poderosas corporaciones internacionales y denunciada hace varias décadas por San Juan Pablo II".
"Es la cultura del descarte, denunciada ahora muchas veces por el Papa Francisco: descartar a los inútiles, a los débiles, a los que molestan, a los que no producen sino gastos e inconvenientes".
Para concluir, el Cardenal Urosa afirmó que "ser venezolanos es defender la vida. La eutanasia no responde a la cultura del venezolano. Ella tampoco es la cultura del cristiano. Esa no es la visión de los creyentes en nuestro Dios de la vida y del amor, el Padre de Jesucristo y de las misericordias".