El Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Jorge Mario Bergoglio, ofreció un mensaje por el inicio de la Cuaresma en el que pide a los católicos hacer de éste un tiempo de anuncio “con intenso fervor apostólico” y gran “audacia”.
El Purpurado insiste en la necesidad de que el apostolado esté marcado por audacia, coraje, fervor apostólico e ímpetu interior. Y anima a los fieles, que “con frecuencia sienten la fatiga y el cansancio”, a “navegar mar adentro”, “gastar la vida en el servicio del Señor”, y “anunciar a Cristo Resucitado” utilizando los diversos instrumentos del Plan Pastoral arquidiocesano.
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El Cardenal Bergoglio anunció la realización de una Asamblea Diocesana para el año 2005, en la que se reelaborará un nuevo Plan Pastoral.
“Vivimos situaciones graves que desaniman y con frecuencia nos llevan al desaliento”, indica el Arzobispo y precisa que “nos hará bien volver a recorrer desde dentro estas fragilidades, como las que tocan a la vida de la fe (chicos que no saben rezar, jóvenes sin horizontes), a la vida familiar (falta de diálogo, ancianos abandonados) y a la vida social (el desempleo, el hambre, la injusticia...)”.
No obstante, “frente al dolor y la decepción los cristianos somos llamados a la esperanza“, que es “el ancla clavada en los Cielos y a la cual nos aferramos para seguir caminando”, indica.