Los Museos Vaticanos, que incluyen la famosa Capilla Sixtina, cerraron nuevamente sus puertas a los visitantes el 15 de marzo. Se trata de la tercera ocasión que han tenido que cerrar al público debido a las restricciones sanitarias causadas por el COVID-19.
Las autoridades italianas aumentaron las medidas cautelares del 15 de marzo al 6 de abril, período que incluye también las festividades pascuales, debido al incremento de contagios en Italia provocado, sobre todo, por las variantes del coronavirus, mientras que continúa la campaña de vacunación.
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Tales medidas incluyen "el cierre de precaución" de los Museos Vaticanos, de la oficina de las excavaciones de la Basílica de San Pedro (conocidas como "Scavi"), del Museo de las Villas Pontificias en Castelganfofo y de otros espacios de museos de las Basílicas Pontificias.
En esta línea, la dirección de los Museos Vaticanos informó que "está previsto el reembolso directo automático para todas las entradas o visitas guiadas ya adquiridas y reservadas para el periodo de cierre de los Museos indicado anteriormente" y añadió que "el visitante, por lo tanto, no tendrá que presentar una solicitud formal de reembolso".
Para más información los Museos sugieren enviar un correo electrónico a help.musei@scv.va.
La primera vez que los Museos Vaticanos cerraron al público por el COVID-19 fue del 10 de marzo al 1 de junio de 2020 y la segunda vez fue del 6 de noviembre al 1 de febrero de 2021.
En las dos ocasiones que han reabierto sus puertas, han adoptado todas las medidas cautelares sanitarias, como el uso de mascarillas obligatorio, el lavado de manos con gel antibacterial, la medición de la temperatura a cada visitante en la entrada de los museos y la entrada en grupos máximos de diez personas.
Al concluir el primer período de cierre, la directora de los Museos Vaticanos, Barbara Jatta, explicó que durante esos casi tres meses de cierre al público provocado por el COVID-19, el equipo de personas que trabaja allí aprovechó para realizar algunos arreglos, manutención y también restauración de algunas obras de arte.
Entre ellas, Barbara Jatta destacó entonces que en una de las famosas "estancias de Rafael", en el Salón de Constantino, un espacio amplio decorado con frescos, un equipo de profesionales realizó estudios para corroborar la técnica utilizada y concluyeron que fueron realizados por el mismo Rafael.