La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) criticó el intento de reformar la Constitución para abrir las puertas al aborto y la ideología de género en todo el país.
En un comunicado difundido el 11 de marzo, la CEM señaló que "vivimos una época convulsa en la historia de la humanidad y del país", por lo que pidió "a todos los actores sociales y políticos a que reconsideren sus prioridades".
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"Caminamos junto con el pueblo de Dios enfrentando una situación crítica: la enfermedad y muerte a causa de la pandemia por COVID 19 y el escaso índice de vacunación", indicaron los obispos.
La CEM advirtió también de la crisis económica, la creciente pobreza y "el flagelo del crimen organizado", así como "el rezago educativo que enfrentan las niñas, niños y jóvenes".
Los obispos mexicanos señalaron que "hemos conocido, en las últimas semanas, diversas iniciativas legislativas que parecen no atender, ni entender, la gravedad de la situación".
Con estas iniciativas, continuaron, pretenden "introducir modificaciones en la Constitución y en leyes secundarias, que abran las puertas a la ampliación de la práctica del aborto, a la restricción del derecho a la libertad de religión, de conciencia y de expresión".
Además, se buscaría "limitar peligrosamente el ejercicio de la patria potestad".
Los obispos criticaron también el avance del proyecto que busca despenalizar el uso lúdico de la marihuana en México.
El 11 de marzo, la Comisión de puntos constitucionales de la Cámara de Diputados de México aprobó un dictamen con reformas constitucionales que abren la puerta para legalizar el aborto y la ideología de género.
Ese mismo día, el Pleno de la Cámara de Diputados votó mayoritariamente a favor de despenalizar el uso lúdico de la marihuana.
Entre los términos controversiales que se insertarían en la Constitución se encuentran "autonomía reproductiva", "libre desarrollo de la personalidad" y "servicios de salud sexual y reproductiva".
También hay frases como "expresión de género", "matrimonios del mismo sexo", "igualdad sustantiva", "identidad sexual y genital", y sexos genéricos.
Los obispos mexicanos advirtieron que "a nadie conviene tener en estos momentos a un México dividido y fracturado por temas que exigen un debate social ordenado, paciente, respetuoso y bien fundamentado".
"En momentos como los actuales es preciso trabajar por la fraternidad, la amistad social y la unidad nacional. Recordando que nadie se salva solo, que únicamente es posible salvarse juntos", señalaron.
En un video mensaje, el Arzobispo de Toluca, Mons. Francisco Javier Chavolla Ramos, lamentó que en la reforma constitucional se busque insertar "un lenguaje que iría directamente contra los primeros valores de la sociedad y las convicciones y libertad de quienes creemos en Dios".
El Prelado hizo "un llamado a todos los católicos, a todos los cristianos y hombres de buena voluntad para que oremos juntos a Dios, pidiendo para que nuestros legisladores tengan la sabiduría y la prudencia para que busquen el bien y la unidad de todos los mexicanos".
"Que se busque realmente la estabilidad de la familia, la dignidad y la grandeza de la mujer", dijo, pidiendo que los legisladores "se conviertan en defensores del primer derecho humano, la vida".
"Especialmente en estos momentos en que la verdadera prioridad es la pandemia y sus efectos están destruyendo a nuestro pueblo", expresó.