Este domingo el Papa Francisco celebró una multitudinaria Misa en el estadio de fútbol de la ciudad de Erbil en Irak. ACI Prensa conversó con algunos jóvenes voluntarios que colaboraron para el éxito de este evento que ha sido una fiesta y que también fue una experiencia única en la vida de estos muchachos.
Estos jóvenes, muchos de los cuales no superan los 20 años, han colaborado en distintos aspectos de la Misa celebrada en el estadio Franso Harari, a la que asistieron unos 10 mil fieles.
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Joseph tiene 18 años y dijo a ACI Prensa que "esta es una oportunidad única en la vida. Poder servir al Santo Padre que viene a nuestra tierra. Aún no lo puedo creer".
Por su parte Matilda, de 16 años, comentó que "estamos siguiendo el Evangelio: 'lo que has recibido gratis debes darlo gratis', especialmente cuando lo estamos haciendo por un hombre de Dios como el Papa Francisco".
Hannah, de 17 años, compartió con ACI Prensa que "la visita del Papa no será de solo un momento. Será una fuente de esperanza para nosotros, para todos en el Kurdistán iraquí".
El Kurdistán iraquí es una región autónoma que tiene como capital a Erbil. En esta zona se refugiaron las decenas de miles de cristianos que huyeron del avance del Estado Islámico por la llanura del Nínive desde 2014.
Sarah, de 17 años de edad, encargada de ordenar las sillas para el coro, comenta: "Realmente espero que el Papa inspire a nuestro pueblo. De todas maneras, esta experiencia permanecerá en nuestros corazones y será inolvidable".
"Espero que nuestra generación se quede (luego de la visita del Papa), realmente lo espero", concluye Joseph.
La región del Kurdistán tiene la tasa más baja de emigración en Irak, pero de acuerdo a una fuente de la Arquidiócesis Católica Caldea de Erbil, "los migrantes son mayoritariamente cristianos y mayoritariamente jóvenes".
