En su carta pastoral de Cuaresma, el Obispo de Reconquista, Mons. Andrés Stanovnik, afirmó que para una verdadera “transformación de la sociedad” es necesario “un cambio interior e integral” de cada cristiano.
El Prelado explicó que “los argentinos necesitamos corregir el rumbo y realizar muchos cambios”, pero aclaró que esta transformación no implica, como pretenden algunos, “aprobar cuanto antes las leyes que permitan el crimen del aborto, apoyado por el programa de salud reproductiva y las leyes sobre anti-discriminación y eutanasia”.
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El Obispo denunció que “no se observa el mismo apuro para promover la justicia social y la equidad, la cultura del trabajo, la calidad en la educación y la salud para todos”; y agregó que por ello, se requiere en cada cristiano “un cambio profundo de nuestras vidas, un cambio interior e integral, que nos capacite para actuar como instrumentos humildes y eficientes de transformación de la sociedad”.
Asimismo, el Prelado cuestionó que “importa poco” la participación ciudadana en este proceso en el que “se juegan valores fundamentales de nuestro estilo de vida”.
“Tampoco se observa mayor equidad en la creación de estructuras sociales y políticas que favorezcan el protagonismo y la responsabilidad de todos los ciudadanos”, afirmó el Obispo y exhortó a que los cristianos marquen la diferencia con un esfuerzo que “exige recuperar una conducta evangélicamente activa en nuestras responsabilidades ciudadanas”.
Por otro lado, tras sugerir una reflexión sobre “algunos aspectos muy básicos de nuestra condición humana, iluminados por la luz del Evangelio”, Mons. Stanovnik recordó que los días 20 y 21 de marzo se realizará la Colecta del 1% cuyo objetivo es “desprendernos por lo menos del 1 por ciento de nuestros ingresos totales a favor de las personas y de las familias de nuestra diócesis, sin distinción de personas, y que viven en extrema necesidad”.
El Prelado destacó que, además, ya comenzó a aplicarse el Plan Compartir en algunas parroquias de la diócesis, con el doble objetivo de “darnos cuenta de la importancia que tiene aprender la comunión de bienes y en hacernos cargo juntos del sostenimiento integral y permanente de la obra evangelizadora”.
“El Plan Compartir es una propuesta concreta de responder a la vocación que recibimos en el Bautismo: compartir la vida con Cristo y con los hermanos. Cuando experimentamos este nivel más profundo de compartir nuestra vida, nos damos cuenta qué significa hacernos cargo los unos de los otros y juntos del bien común, y qué quiere decir la invitación que nos hizo el Papa Juan Pablo II a ‘hacer de la Iglesia casa y escuela de comunión’”, añadió el Obispo.