El P. Jacques Mourad, monje siro católico de la comunidad de Deir Mar Musa que fue secuestrado y retenido como rehén durante muchos meses por milicianos yihadistas del Estado Islámico en 2015, destacó que en Irak el Papa Francisco lleva a Jesús a todos, no solo a los cristianos.
En declaraciones a la agencia vaticana Fides, el sacerdote dijo que el Santo Padre "viene a traer a Jesús. Él lleva a Jesús a todos, no solo a los cristianos" y añadió que "Jesús es para todos, no solo para los cristianos".
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"El Papa lleva el amor de Jesús a todos. Todos pueden amar a Jesús y recibir un anticipo de su amor por todos, de forma gratuita y sin medida. Todos llevan en su corazón el deseo de Cristo", resaltó.
El P. Mourad dijo además que los cristianos en Irak "han vivido y siguen viviendo su testimonio cristiano de una manera extraordinaria durante todos estos años de guerras".
"La única fuerza de los cristianos es vivir el amor de Jesús, y ningún otro amor, incluso hasta la cruz. Y los cristianos iraquíes ya han vivido y siguen viviendo su testimonio cristiano de una manera extraordinaria durante todos estos años de guerras", señaló.
El P. Jacques Mourad es miembro de la comunidad monástica fundada por el jesuita italiano Paolo Dall'Oglio. Después de haber sido liberado de su secuestro por el Estado Islámico en 2015, vivió durante mucho tiempo en Sulaymanyia, en el Kurdistán iraquí, en la casa local de su comunidad monástica.
Durante su misión en Sulaymanyia, P. Mourad ayudó espiritual y materialmente a muchos refugiados cristianos iraquíes que huyeron de Qaraqosh y otras ciudades de la llanura de Nínive ante el avance de los yihadistas de ISIS.
En declaraciones a la agencia vaticana Fides, P. Mourad pidió oraciones por el viaje del Papa Francisco a Irak.
"Debemos rezar por este viaje. No es un viaje solo para los cristianos de allí, ni para un solo país. Es un viaje para todo Oriente Medio. Recemos para que ayude a todos, sunitas, chiítas e incluso cristianos, a ser sinceros en el diálogo", dijo.
Al referirse a la masacre que ocurrió en 2010 en Bagdad que dejó 48 muertos y un centenar de heridos, el P. Mourad subrayó que espera que el Papa "pueda rendir homenaje a la sangre de los mártires, pero también pensando en sus asesinos".
"A partir de su sangre, de la sangre de los mártires, es necesario implorar que la emoción se convierta no en un pretexto para reabrir heridas, sino para mirar también a los asesinos y ofrecer perdón a todos, en la contemplación de su gloria, de la gloria de los mártires. Este es el milagro que puede ocurrir, y que es necesario implorar, precisamente a la luz de la gloria de Cristo en ellos. Este es el milagro que podría reabrir muchos caminos. Podría sacar a relucir el deseo de paz que hay en todos, en medio de las heridas y el dolor", añadió P. Mourad.
Asimismo, el monje sirio señaló que la misión de las Iglesias en Oriente Medio "es vivir con humildad y pobreza entre los musulmanes. Y así, de esta manera, también custodiar la espera de Jesús que está presente en los musulmanes" y agregó que "sin esta misión, la presencia de cristianos en Oriente Medio puede no tener sentido. Todo se vuelve difícil para los cristianos, y también para los demás, si los cristianos no llevan consigo la esperanza de Cristo".
Finalmente, el P. Mourad se refirió a la fraternidad, palabra que, en su opinión, "se concentra toda la teología cristiana que necesitamos no solo para vivir cada día, sino también para dar testimonio de nuestra fe".
"Cuando los cristianos perdemos nuestra vocación de testimoniar, también perdemos el sentido de nuestro vivir aquí en los países de Oriente Medio, junto a nuestros hermanos. Jesús se encarnó por esto, y todo es posible para los que Él ama. Vino a decirnos que Dios es la fuente de nuestra vida y que los seres humanos somos el pueblo de Dios, en cambio, siempre que un país y un pueblo se ven sometidos a la violencia y la guerra, se niega esta vocación de todos los hombres a descubrirse como hermanos. Y esta es obra del diablo, que quiere destruir todo lo que Dios ama", concluyó.