Luego de la multitudinaria Misa en la Catedral Metropolitana presidida por el Arzobispo local, Cardenal Jaime Ortega y Alamino, miles de feligreses dieron el último adiós al Obispo Auxiliar de La Habana, Mons. Salvador Riverón Cortina, enterrado ayer en el cementerio Cristóbal Colón de la capital.
Los restos del Prelado –quien falleció este domingo a los 55 años de edad debido a un tumor avanzado– fueron velados en la Catedral de La Habana. A la Misa fúnebre asistieron diversas autoridades diplomáticas como el jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos, James Cason, y el embajador español, Jesús Gracia.
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El gobierno cubano estuvo representado por el segundo jefe de la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Carlos Samper.
Durante la ceremonia se leyó un mensaje de pésame del Cardenal Angelo Sodano, Secretario de Estado Vaticano, en representación del Papa Juan Pablo II; y otro del embajador cubano ante la Santa Sede, Isidro Gómez Santos.
Mons. Riverón “fue un destello luminoso” cuyo breve paso “por la Iglesia estuvo cargado de contenido”, afirmó el Cardenal Ortega y Alamino durante la Misa de cuerpo presente.
El Prelado nació en la provincia de Camagüey, el 7 de julio de 1948, y fue ordenado sacerdote en 1982. El 24 de abril de 1999, el Papa Juan Pablo II lo designó Obispo Auxiliar de La Habana y asumió las funciones el 12 de junio de ese mismo año.