El Papa Francisco inicia este viernes 5 su histórica visita a Irak, país del Medio Oriente donde la minoría cristiana ha sufrido en los últimos años los ataques de grupos fundamentalistas como el Estado Islámico que, entre otras cosas, ha destruido más de 30 iglesias.
El programa del viaje incluye encuentros del Papa con las autoridades civiles y con los obispos, momentos de oración y homenaje a las víctimas de la persecución y asesinatos a manos de ISIS y un encuentro interreligioso.
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En un reciente informe elaborado con motivo de la visita del Papa, Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) señaló que los cristianos en Irak son menos del 5% de la población total del país, que según la fundación pontificia hasta el 2020 eran unos 40 millones de personas. De la minoría cristiana, los católicos caldeos son el segmento más grande.
Los caldeos son uno de los ritos católicos que están presentes en el país, junto a la comunidad Siríaca, Armenia, Melquita y Latina.
La oficina de ACN en Chile indicó este miércoles a ACI Prensa que durante los ataques perpetrados por ISIS un aproximado de 34 iglesias fueron totalmente destruidas en el país, y 197 fueron parcialmente destruidas.
Estos daños se incluyen en las 363 propiedades de la Iglesia, como salones, jardines, salas de catequesis, que fueron dañadas durante este periodo de violencia.
La directora de ACN Chile, Magdalena Lira Valdés, señaló que una de las iglesias más emblemáticas que fue destruida es Al-Tahira en Qaraqosh, que está dedicada a la Inmaculada Concepción.
Lira indicó que la iglesia construida en 1932 congrega "a la comunidad de sirios católicos más grande de todo medio oriente" y durante la ocupación de ISIS, fue usada "como lugar de batalla por parte los yihadistas".
El supervisor de las obras de restauración de Al-Tahira, P. Ammar Yako, indicó que la iglesia "fue severamente dañada e incendiada, y se saquearon objetos de valor y muebles. La torre del reloj de la iglesia fue dinamitada y numerosas pinturas y objetos religiosos quedaron gravemente dañados".
Actualmente, con el apoyo de varias instituciones como ACN, la iglesia ha sido restaurada y será uno de los lugares que el Papa Francisco visitará en su viaje apostólico.
Otro templo dañado durante este tiempo de persecución fue la iglesia de San Jorge en la aldea de Teleskuf, y que se convirtió en 2017 en el primer templo católico de la llanura de Nínive reconstruido tras la expulsión del Estado Islámico.
Monasterios y conventos también fueron blanco de los ataques, como el caso del convento de Nuestra Señora del Rosario en Teleskuf y el Monasterio de los Mártires Mar Behnam y Marth Sarah en Qaraqosh.
"En 2016, unas seis mil personas tuvieron que abandonar Teleskuf. Cuando regresé a esta zona, todas las casas estaban abandonadas y muchas de ellas, destruidas. En Teleskuf de muchos edificios solo quedan los escombros. La escuela y el hogar infantil están destruidos, las puertas del convento fueron forzadas y la vivienda de las religiosas fue saqueada", indicó una de las Hermanas Dominicas de Santa Catalina de Siena, hermana Ilham, a ACN.
Según datos de ACN, actualmente, en Irak hay 118 parroquias, la mayoría pertenecientes al rito caldeo.
La directora de ACN Chile indicó a ACI Prensa que la comunidad cristiana en Irak se ha reducido "significativa y dramáticamente", pasando de ser 1,5 millones en 2003 a un aproximado de 205 mil personas en la actualidad.
"Es una minoría que ha sufrido muchísimo, es una minoría que ha pasado muchos sustos también después de la persecución del Estado Islámico. Y es una minoría además de personas que casi todas de ellas lo perdieron todo durante el ataque del ISIS", agregó.
Lira indicó que más del 50% de cristianos de Irak "tuvo que escapar cuando fueron atacados por el Estado Islámico y quedaron absolutamente sin nada, vivieron en campos de refugiados".
Además, agregó que hay un grupo de personas que han podido regresar a Irak por la ayuda que han recibido para la reconstrucción, pero hay todavía un miedo en temas de seguridad, por lo que para esta minoría cristiana la visita del Santo Padre "es un signo de esperanza".
Es "un signo de no sentirse solos, de sentir que no están abandonados, que la Iglesia universal en la figura del Pontífice en el fondo está ahí acompañándolos, acogiéndolos, escuchándolos y consolándolos", agregó.
Lira señaló que esta visita es una forma de "generar puentes de entendimiento, puentes de encuentro que son súper importante para que ellos puedan permanecer y sentirse seguros de su opción de permanecer en Irak".
"Esta visita es como una luz que se va a irradiar a todo Medio Oriente, a las comunidades cristianas de esa región, cuna del cristianismo", concluyó.