El Arzobispo de San Salvador, Mons. Fernando Sáenz Lacalle, pidió a las autoridades unir los distintos poderes del estado para enfrentar el problema del pandillaje.
“Los tres poderes del Estado deben dejar de lado sus diferencias y reunirse para discutir el tema de las pandillas juveniles. Es algo tan grave, tan importante, que debería haber una buena disposición por parte de los tres órganos del Estado -Ejecutivo, Legislativo y Judicial- de reunirse con espíritu positivo", dijo en rueda de prensa en la catedral de esta capital.
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Mons. Sáenz apeló a la capacidad de diálogo de quienes integran los poderes del Estado, para lograr los acuerdos necesarios.
"Ojalá que hubiese como una mesa redonda, que se pongan en una mesa a discutir, a plasmar y de esa mesa ya salga un acuerdo”, señaló.
La petición del Arzobispo se presenta en medio de la polémica que ha causado la denominada “Ley de Maras”, propuesta por el gobierno para reducir los hechos de violencia generada por los pandilleros y que entró en vigencia en octubre pasado.
Esta ha sido criticada por la Red de la Infancia de El Salvador por tener, según afirman, un “carácter represivo”. La institución pide que se ataquen las causas que conllevan a los jóvenes a organizarse en maras o pandillas así como la revisión y fortalecimiento de experiencias de reinserción que diversas instituciones han emprendido.