El Papa Francisco invitó a dedicar cada día tiempo a la oración durante este tiempo de Cuaresma.
Así lo dijo el Santo Padre durante la audiencia general de este miércoles 3 de marzo.
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"Continuando nuestro camino cuaresmal, reservemos cada día tiempo para una oración más larga y con más confianza, conscientes de que Dios es un Padre que siempre nos escucha y espera nuestro regreso a Él", señaló el Papa a los fieles de lengua francesa.
Además, en su mensaje a las personas de lengua inglesa, el Santo Padre destacó que espera que el camino cuaresmal lleve a todos "a la alegría de la Pascua con corazones purificados y renovados por la gracia del Espíritu Santo".
"Queridos hermanos y hermanas, la Cuaresma es una oportunidad para intensificar la oración y la adhesión a los Sacramentos, para ejercitar el ayuno y la caridad y para vivir más profundamente el misterio del Amor misericordioso del Padre, revelado en el Hijo y difundido en el Espíritu Santo. ¡Aprovechen esta oportunidad como un momento especial de Gracia!", expresó el Pontífice a los fieles polacos.
Por último, el Santo Padre dijo a los católicos de lengua italiana que espera "que el tiempo de Cuaresma lleve a todos a una mayor intimidad con Cristo y a una más asidua imitación de Él".
"Sepan descubrir en el misterio de Dios, que se entrega por la salvación de todos, la fuerza para afrontar los momentos difíciles", concluyó el Papa antes de impartir para todos su Bendición.
Durante el rezo del Ángelus del pasado 21 de febrero, el Papa Francisco alentó a no tener miedo a dedicar tiempo a la oración en esta Cuaresma "para escuchar la Palabra de Dios".
Al reflexionar en el pasaje del Evangelio de San Marcos que relata las tentaciones de Jesús en el desierto, el Santo Padre señaló que "la Palabra de Dios nos indica el camino para vivir fructuosamente los cuarenta días que conducen a la celebración anual de la Pascua" y animó a pensar en el desierto "en este entorno, natural y simbólico, tan importante en la Biblia".
"El desierto es el lugar donde Dios habla al corazón del hombre, y donde brota la respuesta de la oración, es decir, el desierto de la soledad, el corazón apartado de otras cosas, solo en esa solitud se abre a la Palabra de Dios", dijo el Papa.
En este sentido, el Pontífice explicó que "en el tiempo de Cuaresma, el Espíritu Santo nos empuja también a nosotros, como a Jesús, a entrar en el desierto" y añadió que "no se trata -como hemos visto- de un lugar físico, sino de una dimensión existencial en la que hacer silencio y ponernos a la escucha de la palabra de Dios, para que se cumpla en nosotros la verdadera conversión".
"No tengan miedo al desierto, busquen momentos de más oración, de silencio, para entrar en si mismos, no tengan miedo", animó el Papa quien sugirió encomendarse "a la intercesión maternal de la Virgen María".