El gobierno de São Paulo (Brasil) clasificó las actividades religiosas como esenciales y señaló que se pueden seguir realizando con las correctas medidas de seguridad sanitaria para evitar contagios de COVID-19.
En un video, el gobernador João Doria anunció ayer que el decreto publicado el martes 2 en el Boletín Oficial de São Paulo "reconoce la esencialidad de todas las iglesias en el estado de São Paulo".
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El decreto establece que las "actividades religiosas de cualquier naturaleza, obedeciendo las determinaciones sanitarias", se agregan "a la lista de actividades consideradas esenciales, previstas en el § 1 del artículo 2 del Decreto Nº 64.881, del 22 de marzo de 2020".
La medida fue tomada días después de que fue vetado el proyecto de ley 299/2020, que reconocía las actividades religiosas como esenciales. El proyecto había sido aprobado en diciembre en la Asamblea Legislativa de São Paulo.
En esa ocasión, el gobernador indicó que "el tema tratado en la propuesta se enmarca en el ámbito de las decisiones que debe tomar el Poder Ejecutivo, con fundamento en disciplinas técnicas, quitando al legislador la posibilidad de reconocer las actividades religiosas, a priori y en todo caso, como esenciales".
Según el diario O São Paulo de la Arquidiócesis local, representantes de diferentes religiones buscaron dialogar con João Doria en la última semana para abordar la importancia de clasificar las actividades religiosas como esenciales.
Entre estas búsquedas de diálogo, la Unión de Juristas Católicos de São Paulo (UJUCASP) envió una carta el 23 de febrero al gobernador, en la que señala que "las actividades religiosas constituyen un derecho natural, que está expresamente garantizado por el orden jurídico".
"La Constitución Federal, en el art. 5º, inciso VI, califica como inviolable la libertad de conciencia y de creencias y asegura el libre ejercicio de los cultos religiosos, además de garantizar la protección de los lugares de culto y sus liturgias", señaló en la carta.
La UJUCASP también recordó que "el Acuerdo entre la República Federativa de Brasil y la Santa Sede y otros tratados internacionales de derechos humanos, así como la ley interna brasileña también garantizan el derecho a la religión".
Con la clasificación de las actividades religiosas como esenciales, el director de la UJUCASP, Miguel da Costa Carvalho Vidigal, señaló a O São Paulo que el decreto también "servirá de auxilio a los pacientes y sus familiares que deseen recibir un sacerdote para el consuelo espiritual de los enfermos o para recibir la Unción de los Enfermos, incluso los que se encuentran en UCI".
Traducido y adaptado por Harumi Suzuki. Publicado originalmente en ACI Digital.