Previo a que se trate un importante caso en la Corte Suprema de Estados Unidos que podría determinar que las agencias de adopciones católicas permanezcan abiertas, un abogado criticó un ensayo que argumenta en contra de las protecciones de libertad religiosa.
"En el caso que este artículo pruebe algo, es que todos los profesionales creativos se sienten más libres para ejercer sus derechos constitucionales, lo cual es algo bueno para todos los estadounidenses", dijo Jake Warner, asesor legal de Alliance Defending Freedom, el 17 de febrero.
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Warner respondió un artículo del 6 de febrero publicado en The Atlantic, de la profesora de derecho Netta Barak-Corren. El artículo argumentó que las protecciones de libertad religiosa para las personas que ofrecen servicios y productos para bodas causan daño a las parejas que se identifican a sí mismas como LGBT (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales) y que quizás no se deberían otorgar exenciones de libertad religiosa.
En los últimos años, Warner ha representado a Jack Phillips de Masterpiece Cakeshop, un panadero de los suburbios de Denver que se negó a hacer un pastel de bodas para una pareja del mismo sexo debido a sus creencias cristianas.
Después de una batalla legal de seis años, la Corte Suprema de Estados Unidos respaldó a Phillips, el dueño de la panadería. El tribunal falló 7 a 2 a su favor en la decisión del 4 de junio de 2018.
La Corte Suprema anuló la orden que lo obligaba a prestar sus servicios para bodas entre personas del mismo sexo y a someterse a una capacitación contra la discriminación.
Algunos comisionados de derechos civiles de Colorado "menospreciaron la fe de Phillips como despreciable y la caracterizaron como meramente retórica, y compararon su invocación de sus creencias religiosas sinceras con las defensas de la esclavitud y el Holocausto", señaló la Corte.
Antes del éxito en la Corte Suprema, Phillips había decidido dejar de aceptar todos los pedidos de pasteles de boda en su tienda para evitar más litigios. Más tarde, un cliente intentó pedir un pastel de "transición de género" y luego presentó una queja legal similar.
Netta Barak-Corren, profesora asociada de derecho en la Universidad Hebrea de Jerusalén, argumentó en The Atlantic el 6 de febrero que la decisión de la Corte en el caso de la pastelería Masterpiece "aumentó la discriminación contra las parejas LGBTQ" que buscan proveedores de bodas.
Ella citó su propia investigación, por la que presentó consultas simuladas similares a nombre de parejas del mismo sexo y del sexo opuesto hacia los proveedores de bodas, antes y después de la decisión de la Corte Suprema.
Pero Warner dijo que Barak-Corren ha adoptado un enfoque equivocado.
"Los profesionales como Jack no rechazan los proyectos en función de quién los solicita, sino en función de lo que se les pide que expresen a través de su discurso", dijo.
El ensayo Barak-Corren caracterizó la libertad religiosa como una "exención" de la ley de derechos civiles y cuestionó si todo compromiso de libertad religiosa era estable. Criticó las afirmaciones de que los objetores religiosos son "una minoría insignificante en una sociedad cada vez más afirmativa de la igualdad LGBTQ". También dudaba de la posición de que las exenciones "no ampliarían la discriminación contra las parejas del mismo sexo".
A los críticos de las exenciones religiosas, dijo, "les preocupa que las exenciones religiosas de la Corte (Suprema) normalicen la discriminación y, por lo tanto, la estimulen".
Barak-Corren dijo que comenzó un experimento en mayo de 2018, anticipando que la Corte fallaría a favor de la panadería. Ella eligió una muestra de 1.155 proveedores de bodas, como fotógrafos, panaderos y floristas, de diferentes áreas con diferentes normas de libertad religiosa y antidiscriminación.
A juzgar por sus resultados, dijo, la decisión de la Corte Suprema "parece haber reducido en general la disposición de los proveedores a brindar servicios de bodas a parejas del mismo sexo". Las consultas de proveedores de parejas del mismo sexo "parecían ir peor después de Masterpiece".
El porcentaje de proveedores que parecían abiertos a parejas del mismo sexo pareció caer del 64% de respuestas positivas, antes de la decisión de la Corte Suprema, al 49% de respuestas positivas después de la decisión de la Corte Suprema.
Warner dijo que las protecciones sólidas contra el discurso apremiante son vitales.
"Imagínese un mundo en el que el gobierno pudiera obligar a un artista de pasteles negro a crear un pastel de cruz blanca para celebrar la supremacía blanca de la Iglesia de la Nación Aria solo ,crearía un pastel de aspecto idéntico para celebrar el 50 aniversario de una iglesia luterana", dijo.
"O imagine al gobierno obligando a un cineasta LGBT a crear un documental para la Iglesia Católica promoviendo el matrimonio tradicional; u obligar a un cantante musulmán a actuar en el programa de Pascua de una iglesia bautista. Ningún gobierno debería tener ese tipo de poder", añadió.
Warner aseguró que "el mismo principio que protege a Jack y los demás profesionales creativos en los casos enumerados anteriormente es el mismo principio que protege a aquellos que están enérgicamente en desacuerdo con ellos".
El ensayo de Barak-Corren hizo referencia a un caso similar con respecto a una agencia de adopción que "se niega a considerar a las parejas del mismo sexo como posibles padres".
No mencionó que el caso se refiere a los Servicios Sociales Católicos de la Arquidiócesis de Filadelfia, al que la ciudad no le permite encargarse de menores, debido a que se niega a asignarlos a parejas del mismo sexo.
La decisión se debió a la postura religiosa de la agencia de servicios sociales sobre el matrimonio, a pesar de que no se habían presentado denuncias de discriminación contra parejas del mismo sexo. La ciudad requirió que la agencia de servicios sociales aceptara emparejar niños con parejas del mismo sexo.
Dos madres adoptivas que trabajaron con Servicios Sociales Católicos demandaron a la ciudad, representada por el grupo legal Becket. Se espera que la Corte Suprema intervenga en su caso, conocido como Fulton vs Filadelfia.
Como CNA –agencia en inglés del Grupo ACI- ha informado anteriormente, los donantes ricos como la Fundación Ford y la Fundación Arcus han destinado millones de dólares en subvenciones dirigidas a la protección de la libertad religiosa que son obstáculos para su visión del aborto y los derechos reproductivos y las demandas políticas LGBT.
Algunos opositores a las amplias protecciones de la libertad religiosa han gastado más de 500 mil dólares en campañas de promoción y relaciones públicas relacionadas solo con la decisión de la Corte Suprema de Masterpiece Cakeshop.
El Evelyn and Walter Haas Jr. Fund, una fundación familiar privada con sede en San Francisco, con 500 millones de dólares en activos, enumeró en su sitio web varias subvenciones relacionadas con el caso.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.